"UNA DE TANTAS"

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Ya la cena había llegado y rápidamente los tres se pusieron a comer para no perder el tiempo y llegar a tiempo de que la discoteca no se llenara de gente. Al terminar, Nerea se llevó los cubiertos sucios para lavarlos, mientras que Agoney llevaba los vasos y platos. Raoul, por otro lado se quedó en el sofá cogiendo el móvil para avisar a sus padres de que llegaría tarde. Luego de haberlos avisado, se puso a mirar un poco las fotos que tenían los chicos por las paredes, centrándose en una en la que aparecía el canario sujetando un pequeño perrito y con una mujer no muy mayor a su lado. Al regresar el moreno, Raoul no se pudo contener y decidió preguntarle para conocerle mejor.

 Raoul - No sabía que tenías un perro (Comentó el catalán señalando levemente a la foto)

Agoney - Sí, se llama Bambi y es una preciosidad de perrita. La dejé en Tenerife con ella (Sonrió cogiendo la foto y sentándose al lado de Raoul, señalando a la mujer que se encontraba allí) Ella es Glenda y es mi hermana, la única familia que me queda junto a mi abuela. Las echo mucho de menos

Raoul -  Pe... Perdón por preguntarte, no debí habértelo recordado.

Agoney - No pasa nada, rubio. Mi vida ahora está aquí y siempre quedará el verano para irles a visitarlas.

Raoul - Entonces permíteme decir que Bambi parece una rata.

Agoney - ¿Qué dijiste? Todavía te echo y no voy a ningún sitio contigo.

Raoul - Tranquilo fiera, que era broma (Rió sacando la lengua)

Agoney - Ya ya, entre broma y broma la verdad asoma (Decía Agoney rodando los ojos mientras reía)

Nerea - Bueno, mientras ustedes dos se pelean yo me voy a preparar un poco que si no se nos hace tarde.

Agoney - Yo también debería ir a arreglarme... En un ratito volvemos, Raoul.

Raoul - Espera Ago, quería decirte una cosa. 

Agoney - Dispara muchacho.

Raoul - ¿Me puedes prestar algo de ropa? Igual no es la mejor opción ir en chándal a perrear.

Agoney rió al oírle decir que iba a perrear. El muchacho aceptó dejarle algo de ropa y se fueron los dos al cuarto del moreno a vestirse. Una vez allí, mientras el canario ya había elegido el outfit que se iba a poner, Raoul estaba poniendo patas arriba el armario, descolocándolo y sacándolo todo.

Agoney - Raoul, todo esto lo vas a recoger luego que lo sepas

Raoul - Sí, sí, lo que digas, pero aquí no hay nada decente que me pueda poner

Agoney - Aaa, muchas gracias por criticar mi estilo

Raoul - No es eso, si a ti todo te queda bien... Pero es que a mí no me pega nada de lo que hay aquí

Agoney - Pues escoge algo ya, que si no nos vamos sin ti

Raoul - Vaaale, esto mismo

Raoul rodó los ojos poniéndolos en blanco, sacando del armario una camisa blanca sencilla y unos pantalones negros rotos por las rodillas. Lo dejó todo en la cama y comenzó a bajarse los pantalones, dejando al aire su dos nalgas blancas y sin ningún pelo. Agoney al ver la escena que tenía delante de sus ojos, se pone tan rojo como un tomate.

Agoney - ¡Raoul, pero que haces! Que no llevas nada debajo del chándal (Dijo Agoney mirando hacia otro lado)

Raoul - Ya lo sé, nunca me pongo ropa interior con los chándales. Y además, no creo que vayas a ver algo distinto a lo que tienes tú, ¿No?

Agoney - P... Pues serás el único que lo hace, porque yo siempre llevo ropa interior. Y no, no voy a ver nada distinto, pero no sé.

Raoul - Tranquilo canario, que ya tapo estás vistas (El chico rió y cogió un bóxer del canario, para ponérselo)

El catalán siguió vistiéndose mientras que Agoney se metió en el baño para asimilar que le acababa de ver el culo al rubio. La verdad es que Raoul tenía un culo bastante redondo y sin algún pelo a la vista, cosa que le hacía tener ganas de tocarlo al de rizos. Cuando Agoney dio cuenta de lo que estaba pensando, sacudió su cabeza y procedió a sacar su maquillaje para poner algo de sombra en sus ojos. Al terminar, Raoul ya no estaba en su cuarto y todo el desastre de ropa ya estaba recogido y doblado en su armario, así que supuso que ya estaría abajo esperando. Bajó las escaleras y se encontró al rubio cantando mientras miraba por la ventana. Al canario le fascinaba la voz de Raoul, era grave por con la capacidad de llegar a notas altas, esto hacía que pudiera cantar casi cualquier canción. Sin interrumpirle, Agoney fue por el salón intentando no hacer ruido, cosa que fue imposible, ya que se tropezó con la pequeña mesa que tenían delante del sofá. Raoul se giró para ver a un Agoney vestido completamente de negro y con los ojos pintados, haciendo que el rubio sonriera. 

Raoul - ¿Te has pintado los ojos?

Agoney - S... Sí, hacía mucho tiempo que no lo me los maquillaba

Raoul - Te quedan muy bien de negro, Ago. Deberías hacerlo más a menudo

Agoney - Muchas gracias, rubio. Tú también estás muy guapo

Raoul sonrió negando con la cabeza, dándole un abrazo al canario. En ese momento Nerea bajó las escaleras corriendo pensando que no iban a llegar y se encontró con los dos chicos pegados, cogiendo rápidamente su móvil y sacándoles una foto para inmortalizar ese momento. Al sacarla, volvió a guardar el teléfono y romper muy a su pesar ese momento.

Nerea - Cuando quieran, nos vamos.

Los chicos pegaron un pequeño brinco al oír la inesperada voz de la pequeña, haciendo que soltaran una leve carcajada. Cogieron la llave del coche y bajaron a la calle para poner rumbo a la noche que sería algo mágica para Agoney.

Quererlo por Causalidad - AlfXRaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora