Christmas Key (#1)

#2

22 de diciembre

    Eran las cuatro de la tarde y había recibido un mensaje para que buscará la llave. Me había arreglado un poco, porque estaba en la piscina y quería aprovechar para ir a comer en alguna cafetería.

-Buenos días, vine a recoger una llave. -dije y se escuchó raro.

-Claro cariño, ¿Nombre? -pidió la señora.

-Sanders, Bryony Sanders. -informe.

-Sa... San... Sanders, aquí estás. -dijo buscando en la lista.

Levanto la tapa de un cofre donde las llaves estaban atadas a una cinta con algún número. Con un marcador de color, tacho mi nombre.

-Según nuestro sistema y registros, tu cita es a las nueve de la noche. Te recomiendo salir media hora antes para que busques bien y así no llegues tarde. Tu chico dejo esta nota. -dijo extendiendo ambas.

- ¿Es hoy? - dude.

-Si, al parecer fueron de los primeros que se hicieron. El orden solo significa cuando se hizo no tiene nada que ver con algún porciento. -conto sonriendo.

Guarde ambas cosas en mi bolso y me voltee después de agradecer. Estaba llegando a la puerta cuando decidí regresar.

-Disculpa, ¿De verdad funciona? - dije acercándome para que nadie más me escuchara.

-Claro cariño, así conocí a mi esposo. Llevamos más de veinte años juntos. Si te soy sincera, no fue muy romántico, fuimos así como tú el primer día. No tuvo tiempo para preparar más, pero fue perfecto. Fue en un pequeño bar donde solo había una mesa y un radio. -conto.

-Suena casual, pero romántico. -comente.

-Lo fue, me lleva todos los años. -dijo sonriendo y mirando su anillo de bodas.

-Felicidades y gracias. -dije para alejarme.

- ¡Conquístalo y déjalo conquistarte! -grito.

Tenía vestidos en mi maleta, pero no estaba preparada para una cita. Además, no sabía del evento hasta que llegue y ví todos los folletos y promociones en todas las paredes. Tendré que comprarme algo. Había pocas tiendas de ropa, por lo que no tenía muchas opciones. Entre a la que la ropa en la vitrina se veía un poco más elegante. Tome varios vestidos para probarme y cuando iba a entrar a uno de los probadores, choque con alguien.

-Lo lamento. -murmuré y noté que era un hombre.

No tenía mucha confianza alrededor de ellos. Sabía que todos no son iguales, pero en momentos como estos donde se podían enojar, todo mi cuerpo temblaba de manera inconsciente. Solo había tomado tres meses de Kick boxing y no me sentía lo suficientemente lista, aunque ahora no lo necesitará.

-Tranquila, fue mi culpa. -dijo haciéndose a un lado.

Por su movimiento levanté la mirada y era guapo. Era algunos años mayor, pero no llegaba a los veintiocho, según lo poco que ví.

-Estoy con un poco de prisa, pero eso no importa. Puedes pasar. -indico.

No me moví, ¿Por qué quiere que entré? Eso no podría traer nada bueno.

- ¿Estás bien? - dudo tratando de tocarme.

-No me toques. -pedí mirándolo.

-Ok, no pasa nada. Me voy a mover y voy a pasar por la caja para pagar. Después me voy. Nuevamente lo lamento. -dijo sonriéndome.

Hizo lo que dijo y cuando lo vi saliendo, entre al probador. Espere algunos segundo antes de quitarme mi ropa y probarme los vestidos. Tal vez, no era buena idea hacer esto. Si esa fue mi reacción, una cita no es lo más conveniente. Cuando terminé, me vestí y cuando fui a tomar el bolso del asiento que había, se me cayó todo lo que había adentro. Me bajé para tomarlo y vi un papel. Era la nota del chico de la cita.

Hola, me imagino que esto es tan raro para ti como lo es para mí. Me dijeron que podía dejarte cualquier mensaje o pista. No te voy a decir nada sobre el lugar, creo que eso es lo emocionante. Si no soy lo que esperabas tal vez te diviertes buscándome. Bueno, me dijeron que quieres algo simple, haré lo mejor. Solo se tú, ¿Sí? Si al final ninguno de los dos se ve atraído por el otro, no importa ambos fuimos nosotros y no aparentamos. No voy a juzgar, si estás cómoda en tu ropa de dormir, úsala. No tienes que arreglarte el pelo, maquillarte o nada de eso. SE TÚ.

Tomé el vestido que más me gustó y lo compré. Seré yo.