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22 de diciembre (8:50 pm)

Llevo más de diez sitios y aún nada. Es cierto lo que dijo, esto es emocionante, aunque al final no sea lo que esperaba. Estoy muy tranquila y confiada, todo por su nota. Ya no quedaban muchos lugares, la mayoría ya estaba en sus citas y con solo acercarme podía ver qué estaba ocupado el local por lo que pasaba al siguiente. Caminé al último local, un bar que jamás me imaginaria que lo era si no fuera por el letrero.

Inserté la llave en la perrilla y giré. Escuché el click del seguro siendo quitado y abrí la puerta. Faltaban diez minutos aún, ¿Debo esperar? Cerré la puerta dejándola sin seguro y decidí esperar. No pasó mucho tiempo hasta que escuche una voz.

- ¿Te arrepentiste sin verme? - pregunto.

-Aún falta. -dije volteando.

-Hola. -sonrió.

Era el chico de la tienda y por su cambio en el tono de voz, me había reconocido también.

-Hola. -dije.

-Así que ambos nos estábamos preparando. -dijo riendo.

-Al parecer. -comente.

- ¿Está eres tú? - interrogó mirándome de la cabeza a los pies.

- ¿Disculpa? - dude.

-Mi nota, ¿la recibiste? - cuestiono.

-Oh sí. Me gusta arreglarme. -dije sonriendo.

- ¿Entramos? - cuestiono.

Sin dudarlo asentí. Se veía amigable y respetuoso, aunque no debo confiar mucho aún. Me dejo entrar primero y lo que vi me sorprendió. El lugar estaba rodeado de luces y había un árbol enorme en medio del lugar. Enfrente del árbol había una mesa para dos con comida cubierta.

- ¿Tú hiciste todo esto? -cuestione volteando para verlo.

-Si, dijiste algo casual, pero mientras lo estaba haciendo pensé que no era suficiente así que puse las luces y el árbol. -murmuro.

-Vaya, sé que dije casual, pero me encanta. -acepte.

-Me alegro, ven. -dijo y camino para sacar la silla.

-Gracias. -susurre.

Es bien atento, me estaba observando mucho. Era como si no quisiera perderse ninguna de mis reacciones a lo que decía o hacía. Él también se había arreglado, tenía un polo, un mahón y unos tenis, pero se veía muy bien. Es bastante alto y se nota que debajo del polo tiene un buen cuerpo. Además de que tiene los brazos llenos de tatuajes. Antes de sentarse quito la tapa del plato y eran tacos. ¿Le habrán dicho todo? De todos modos, me tomo en consideración al hacer todo esto.

-Me dieron alguna de tu información así que encuentro justo que tú sepas la mía. Mi nombre es Aaron, tengo veintisiete años, estoy soltero, no tengo hijos, aunque talvez en un futuro me gustarían. Tengo muchas metas, pero a corto plazo me gustaría mudarme, soy de Ohio actualmente. Mi comida favorita es todo, película y pasatiempo favorito cambian todo el tiempo. -dijo.

-Asumo que sabes lo mismo de mí. -empecé a comer.

Hasta que dijo su nombre no había pasado por mi mente que nunca me habían dicho y que no tenía ni idea. Si fuera por mí, tal vez después que se hubiera acabado y estuviera de vuelta en mi cuarto ahí me daría cuenta.

-Correcto. - dijo y empezó a comer también.

Estuvimos sin hablar un tiempo solo mirándonos y él siempre sonriéndome. La estaba pasando bien, aunque no estábamos compartiendo mucho sobre nuestras vidas. Aunque ya me siento tranquila para comenzar a hablar.

- ¿En qué trabajas? -pregunte.

-Ahora mismo la verdad es que no lo sé. -dijo.

- ¿No sabes? -dude.

-Si, trabajo en un gimnasio como entrenador, pero me ofrecieron un local y algunos amigos piensas que debería tener uno propio. Así que estoy dudando que hacer. -conto.

- ¿Qué quieres hacer tú? -le pregunté.

-Tal vez ambas, pensé mudarme y comprar un local, hacerlo un gimnasio y después cuando sea posible entrenar. -dijo.

-Ahí lo tienes, lo mejor de ambos mundos. Tu propio jefe, pero sigues haciendo lo que te gusta. -comente.

- ¿Tú en qué trabajas? -pregunto.

-Estudié diseño de interiores por línea, pero aún no lo he trabajado como una. -dije.

- ¿Hace cuánto terminaste? -pregunto.

-Menos de seis meses. -recordé.

Después que me divorcie hice lo que siempre quise y nunca pude. Me casé en mi primer año de universidad y mi ex no estaba de acuerdo por lo que lo dejé. En realidad, deje muchas cosas por él, lo cual nunca debe pasar si es una relación saludable.

-Oh, puedes comenzar cuando regreses a buscar o hacer algo sola. -dijo.

-Creo que sería mejor sola. -dije.

-Te gusta tu independencia. -dijo. sonriendo.

-Algo así. -murmuré.

No sé si le dijeron que era divorciada y por eso está siendo así o sí simplemente esa es su forma de ser.

Christmas Key (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora