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25 de diciembre (navidad)

-Estoy bien, de verdad. Temprano en la mañana regreso a Nueva York. Estaré unos días en la casa y después los visitaré. -mencione.

    La llamada con mis padres me estaba desesperando, desde un principio les había explicado todo esto y ahora quieren que regrese antes o que en vez de ir a mi casa vaya a la de ellos. Se que si me iba directo a su casa no iba a poder respirar, sé que no tienen malas intenciones, pero a veces no entienden que necesito espacio. Siempre están preocupados y a veces siento que soy una carga para ellos. Estas vacaciones eran algo que necesitaba y ellos por más que lo saben aún no están muy tranquilos de que me encuentre aquí sola; lejos de ellos.

-Hija, solo queremos verte. -dijo mi madre.

-Lo harán solo que un poco más tarde de lo que ustedes quieren. -dije.

    Hablamos varias cosas más y por fin logre que cambiáramos de tema. Me contaron un poco sobre lo que habían hecho la noche anterior. Mamá hablo sobre los chismes de los cuales se había enterado por parte de mis tías. Como siempre estaba esa prima lejana la cual era insoportable y no era muy querida que digamos. Así que siempre se hablaba de todo lo que ella hacía. Después de una larga conversación, colgué con ellos y no tenía nada pensado aparte de pasar el día en mi habitación del hotel. Voy a bajar a buscar un poco de comida y voy a ver algunas películas en la cama. Iba a estar con el pijama y lo más cómoda posible.

    Salude a varias personas que había visto alrededor del pueblo y del hotel. Me detuve a hablar con una señora tierna que me estaba contando sobre sus nietos pequeños y como la tenían loca con todo el papel de regalos. Subí y una vez todo acomodado, puse una película navideña romántica. Alrededor de la tercera película alguien toco en la puerta, puse pausa y me levanté para abrirla. Jamás pensé que al abrir la puerta Aaron iba a estar de pie con mantecado y un regalo.

-Hola, espero que no te haya molestado que me apareciera así sin avisar. -dijo.

- ¿Cómo sabias en que habitación me estaba quedando? -cuestione sin dejarlo entrar.

-Bryony, estamos en un pueblo pequeño. -menciono.

-Bueno, es cierto. -dije dudando.

-Pensé que podíamos pasar el día juntos, sin hacer nada. Si no quieres pues te traje esto. -dijo pasándome las cosas.

-Tal vez un rato, nada más. -dije y me hice a un lado.

    Me moví para que entrara, vi como puso todo en la pequeña mesa y se sentó en el sofá. Tome mi celular y entre al baño, le envié un mensaje a mi prima Beliza para que estuviera pendiente a su celular por cualquier emergencia. Aaron ha demostrado ser caballeroso, atento y todo eso, pero ahora este es un escenario totalmente diferente. Cuando salí me senté a su lado, compartimos lo que yo había subido de la cocina del hotel y el mantecado que trajo. No se quejó por el tipo de película que estábamos viendo, en cambio se reía y comentaba de vez en cuando. Él era una buena compañía, cuando se acabó la película hablamos un poco.

- ¿Cuándo te vas? -pregunte.

-Mañana, pero sinceramente no quiero volver. -dijo mirándome.

-Este lugar es otra cosa, de verdad. -dije.

-Si, definitivamente está no va a ser la última vez que visite. -menciono.

-Exacto. -dije.

    Hablamos un poco más y me conto que estaba seguro de que cuando regresara a Ohio se iba a mudar, pero no sabe para donde aún. Nos contamos sobre los planes que tenemos para el resto del año y a pesar de varias interrupciones por parte de Beliza, la pasamos muy bien. Me reí mucho y noté que cada vez le tenía más confianza. Aaron era muy diferente a Callum y en cada cosa que hacía se notaba mucho. Era refrescante saber que tal vez más adelante tenía alguna oportunidad de ser feliz con alguien, pero primero tengo que ser feliz sola. Aprender a vivir y también cumplir mis metas.

Christmas Key (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora