Ayer llegaron al lugar en la noche y hoy se dedicaban a jugar en el agua o la arena. Trollino nadaba tranquilamente, dejándose a veces llevar por las olas, mas no podía evitar desviar su mirada hacia cierto castañito.
Embobado, observaba el delgado cuerpo de su amigo, repleto de múltiples lunares que adornaban gran parte de su pecho y cuello.
Lo podía comparar con el cielo estrellado que vieron el día anterior cuando llegaron...hermoso...
- ¡Hey! - dio un respingo cuando sintió una mano en su hombro. Volteó su rostro alarmado, solo para encontrarse con un peliazul.
Frunció el ceño involuntariamente.
- ¿Qué pasa, Timba? - intentó no sonar cortante, pues el otro interrumpió su bella sesión de adoración. Timba pareció darse cuenta de ello y soltó una risotada.
- ¿Con que mirando al Mike, eh? - subía y bajaba sus cejas de forma pícara. Trollino bufó por eso, rodando los ojos,
- Ugh…¿Qué quieeeeres?
- ¿Ya pensaste un buen piropo para el día de hoy?
El pelinegro bajó la mirada - No...quizás se me ocurra algo más tarde... -
- Vamos, no pongas esa cara. Es hoy y mañana, nada más - Timba palmeó su espalda, pero después pareció haber pensado en algo. Sonrió maliciosamente - Oye... Yo te puedo ayudar recomendándote un gran piropo... -
- ¿Ah sí? - el ojiazul levantó su mirada, interesado - ¿Cuál?
Timba sonrió aún más y se acercó a su oído para susurrarle.
Trollino lo miró horrorizado.
- ¡¿Pero cómo voy a decirle algo así aquí?! Aparte... ¿Gritarlo? ¡Hay niños en la playa por allá! - apuntó a una zona llena de los mencionados.
El peliazul se llevó una mano al pecho, indignado- ¿Ah? ¿Así me lo rechazas? Y yo como buen amigo dándote mis hermosos consejos... Aparte, no tiene chiste si no lo gritas... - refunfuñó lo último, mientras entrecerraba sus ojos.
- ¡PERO ES DEMASIADO ATREVIDO!
- ¡Mañana terminas y hasta ahora no saliste de tu burbujita de cositas azucaradas! ¡EXPÁNDETE UN POCO!
- P-Pero... -
- Vamos hombre, que yo te apoyo - tomó otra vez uno de sus hombros mientras levantaba su puño de forma dramática - ¡Demuéstrale que eres digno de él!
- ¿Gritándole una barbaridad? ¿Y no se supone que esta cosa era un reto? - levantó una ceja - ¿Desde cuándo esto se trata de cortej-
- Shhh... - Timba puso un dedo en sus labios, sonriendo con los dientes apretados – Cállate, no engañas a nadie, entiéndelo. Ahora, ve por tu Julieta... - y lo giró 180 grados, obligándolo a mirar al castañito.
Tenía mil y un dudas, pero decidió acercarse un poco más, mínimo hasta estar a menos de 10 metros de Mike. Este último se hallaba jugando con Flex y Raptor al tiburón, por lo que no había notado su acercamiento.
Infló el pecho y exclamó.
- ¡OYE MIKE! -
- ¿Eh? - no solo el aludido, sino todos voltearon a verlo - ¿Sucede algo Trol-
- Ojalá... Ojalá... ¡OJALÁ FUERA EL SOL PARA DARTE TODO EL DÍA! -
-... -
Todos lo observaban perplejos. Notó como algunas madres en la costa lo veían con desaprobación mientras tapaban los ojos y oídos de sus bendiciones.
Luego de unos segundos sus amigos comenzaron a gritonear a lo fanboys y Timba le lanzó un chiflido, orgulloso.
"Crecen tan rápido..." el peliazul se limpió una lagrimita mientras aplaudía.
Volviendo con el pelinegro, este contempló por unos momentos el rostro del menor. Este tenía la boca abierta y su cara resplandecía en carmesí.
Y se sintió confundido al ver como su mueca de asombro se deformaba en una... ¿Asustada?
- ¡T-Trolli! ¡CUIDADO!
¿Eh?
Una especie de bramido golpeó a sus oídos y se volteó aterrado hacia la dirección de donde provenía el sonido, pero fue demasiado tarde…
- ¡SE LO TRAGÓ LA OLAAAA!
- ¡TROLLI RESISTE!
Y todos sus amigos se lanzaron en su rescate, aunque ni siquiera era un gran problema.
Trollino dio varias vueltas en el agua y terminó desparramado en la arena.
Ningún desconocido fue a ayudarlo, pues pensaban que se merecía eso por "degenerado".
Se ganó el odio de todas las madres presentes.
Pero... ¿Qué más daba? Ya cumplió con el penúltimo día.
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•Una Semana de Piropos• [Mikellino]
FanfictionPor culpa de un juego de retos entre amigos, Trollino se verá obligado a dedicarle al menos un piropo por día a Mike durante una semana. Ninguno de los dos pudo haber previsto lo que ese lapso de 7 días provocaría en ambos. Y se darían cuenta de que...