Todos los personajes pertenecen a la obra de Sailor Moon e Naoko Takeuchi.
Esta historia la escribí hace años, todo lo escrito es producto de mi imaginación.
Contiene algo de lemon, casi nada.
Usagi se impacientaba en el estacionamiento de la empresa financiera de su marido, Chiba & Shields, compañía que el heredo de su padre y padre de madre. Había quedado con Mamo-chan para almorzar juntos hoy. Se sentía afortunada una vez más de estar con él, el hombre que amo, mi luz y padre de mi amada hija. En los últimos días se había apagado en la cama, ya no me mira como antes y lo peor se deshacía en regalos para ella y Chibiusa, nuestra hija. Como si con eso, arreglara su ausencia en casa.
Harta de esperar, ascendió por el ascensor hasta el piso donde trabajaba su marido. No había estado allí desde hace dos años, cuando fue a despedir a su mejor amiga Mina, que em ese momento era la secretaria de Mamo-chan, antes de ella fui yo. Al llegar allí, me sorprendió que no estuviera su actual secretaria. Beryl, una colorada de pechos de silicona, con voz chillona, que no me agrada porque me parece un ser tenebroso y bruja. Sino otra secretaria, peliazul largo, muy amable me dijo dónde se encontraba. Se dirigió al despacho, tocó educadamente en su interfono y ante la afirmativa de Mamo-chan, entró en el despacho.
No pudo evitar sentir algo de compasión por él. Estaba sudando. El aire acondicionado no parecía estar haciendo bien su trabajo. Además, se le veía agotado… ¿No le estarían haciendo llevar informes de un lado a otro?
- Cariño - La saludó, sin levantarse de la mesa, mirando su computadora -. ¡Qué agradable sorpresa!
- Venía a buscar para almorzar, Mamo-chan, pero no sabía que estarías tan ocupado -. Suspiro triste, con lo ilusionada que estaba de estar con él -. Si no te viene bien siempre puedo irme a casa y lo hacemos otro día.
- No te preocupes, Usako. Espérame en el estacionamiento. Bajaré en diez minutos. ¿Te parece? - renace mis esperanzas de estar con él -, No te preocupes, Termino esto y bajo -. Le dijo, sonriente y jovial.
- Claro cielo -. Dijo, haciendo amago de salir.
- Usako-. Mamo- chan la detuvo-. No olvides cerrar la puerta.
- Oh, - algo sorprendida -. claro, por supuesto.En cuanto Usagi cerró la puerta, Mamoru soltó el hondo gemido que estaba reprimiendo.
- Ah, Sí...
Bajo su mesa, escondida, Beryl le practicaba una mamada Cómo. Ella sabe darle.
- ¿Crees que ha sospechado algo?- Le preguntó a la colorada.
Beryl separó su boca carmesí de su miembro no sin antes agarrarla con la mano izquierda, pues la derecha la tenía ocupada masturbándose, y seguir manejando aquel miembro.
- No, creo que su amor por ti la tiene cegada -. Le dijo, con una sonrisa traviesa.
- Sí, yo también-. Terció él-. Ahora, haz que termine ya, tengo prisa, Beryl. No quiero fallarle a su almuerzo.
- Tú eres el jefe-. Y, obediente, se tragó de nuevo aquel gran miembro.
Cuando se fue una carcajadas macabra resonó es todo el lugar.. - Disfrútalo mientras puedas Usagi Chiba, te queda poco tiempo con Él. Ja, ja, ja.Unos días después.
Suena un portazo que provenía de la habitación de Mamo-chan. Cuando Serena se dio la vuelta vio de reojo que alguien salia en ese momento, se quedó de piedra, era Beryl, la secretaria personal de Mamo-chan. La reconoció por su larga cabellera colorada. Acababa de salir del dormitorio de su Mamo-chan. Llevaba un bolso del estilo kuch dorado y un par de zapatos tacón aguja de color rojo, además una camisa de Darien que apenas parecía poder contener unos pechos enormes.
- Tengo que marcharme- le dijo Beryl a Mamo-chan, con voz sugerente - Acordate de llamarme esta noche- hace un mohín con los labios - Espero que no te importe - se toca la camisa - te tomé prestada una camisa, parece que mi vestido no ha salido tan bien parado, como yo - soltó una carcajada sonora.
Cruzó elegantemente el pasillo para marcharse mientras que Mamo-chan con un brillo especial en sus ojos azules, permanecía inmóvil en el momento de que ella bajaba las escaleras. Usagi que había observado a la Colorada completamente boquiabierta se volvió a mirar a Mamo-chan.
Una vez que ella se fue me dirijo hacia el caminando temblorosa, a punto de un ataque de nervios, por la escena que había observado.
-Por ella has llegado a la madrugada - le grite llena de ira. Comenzaba a sentir una picazón en el ojo.
El me miró entrecerrados los ojos. Me acerco hacia él.
- Quiero una explicación Mamo-chan, me habías dicho que tenias una reunión.- Le exijo una explicación ante su falta de interés por mi.
- ¡ Una explicación !, muy bien te la daré - me mira fijo a los ojos -es mi amante, te guste o no, Usagi.
- Pero Mamo-chan.- Le susurro, mientras siento clavos que me pinchan en mi corazón - Yo te amo. - le afirmó mis sentimientos.
Con lágrimas que me brotaban en los ojos.
- Te diré la verdad, no me importa prefiero a Beryl. Mi amante.
- Por eso venías tarde. Me mentís te. - Tratando de rechazar la verdad de esta realidad - ¿Desde cuando? - temerosa por la respuesta.
- Hace dos años - le dijo con expresión sombría.
Le pegue con mis puños cerrados en el pecho, ante la indignación y frío sentimientos de él hacia mi, lo peor era como golpear un muro solido.
-Si, y ¿Que?
-Chibiusa se viene conmigo.
- No. - lo dijo en un tono seco. - ella se queda aquí.
- Deja que me la lleve. Es mi hija.
- Y también mía. Ella se queda acá. Tu no tienes ni donde vivir.
-Pero yo soy su madre. La que la parió y cría.
Mamo-chan negó con la cabeza y sus labios se curvaron en una sonrisa cruel.
-Sigues sin entender, Usagi- de sus ojos salían un odio, que si hubiera sido un arma, me hubiera pegado un tiro perfecto.-Soy Mamoru Chiba. Y siempre se hace lo que yo quiero. Y tengo el dinero y las influencias para sacarte a Chibiusa. Ella se queda aquí. Si haces escándalo aparte de que no veas más a Chibiusa, voy arruinar a tu familia.
- Pero Mamo-chan, que hice yo, para merecer este trato. ¿ Acaso ya no me amas?. - susurro desesperada y sin creer que mi amado esposo, ya no me quiera.
- En algo tienes razón, te tengo que respetar, porque eres mi esposa y madre de nuestra hija.
Una rayo de esperanza brota de mi corazón.
- Pero también soy realista, este amor que sentía por ti se desvaneció. Por lo tanto Usagi. Terminamos. Quiero que te vayas ya de esta casa.
- Pero...
- O te vas o me desquitó con tu familia. Lo entendiste.-lo dijo en un tono gélido. -, tienes un mes o un poco más. ¡ Ahora, te quiero fuera de mi vista- grito con ira.
Asustada doy la vuelta. Me dirijo a mi habitación donde doy un portazo mientras su risa aún resonaba en mis oídos. "No puedo creer la crueldad de Mamo-chan, ¿porqué lo hizo?".Muchísimas gracias por leer.

ESTÁS LEYENDO
Infidelidades
FanfictionMamoru Chiba un exitoso empresario, cae en brazos de su bella y tímida secretaria Beryl Queen. Su esposa Usagi cae en desgracia.