Capitulo 4

929 57 13
                                        

Todos los personajes pertenecen a la obra de Sailor Moon e Naoko Takeuchi.

Esta historia la escribí hace años, todo lo escrito es producto de mi imaginación.


Todavía seguía un poco cansada por no haber dormido bien en todo el viaje hasta acá.
Entonces me dirijo hasta la ventana donde miraba la nada misma y tamborileó con los dedos sobre su marco de metal. Sigo sin poder creer, se preguntaba, cómo es posible que le halla hecho caso a Mina. Sabía que iba a explotar de nervios en cualquier momento. Pero también tenía que tomárselo con calma. Ya tome una decisión, ya que Mamo-chan no quería estar con ella, tenía que empezar a olvidarse de Él, por más de que le duela en el alma. Fue su primer novio y hombre, pero ahora, no lo es. Chau comieron perdices para mi vida con Él.
De repente llega Mina con su bikini Rosa que eran dos triángulos con hilos que dejan poco a la imaginación.
- Vamos Usagi. - la agarra de la mano.
La lleva al salón del penthouse, decorado con elegancia. A lo lejos reconoce a la peliazul que estaba parada charlando con teléfono celular, no las había visto. Era la doctora Amy Mizuno, queda petrificada.
- ¿ Qué hace ella aquí? - le pregunta Usagi un poco alterada. - Nada. - la responde tranquila Mina-, es la novia de Taiki. Uno de los hermanos de mi novio. Yaten.
- ¿Y Él aprueba lo que ella en secreto?.
- Ni idea, - se encoge de hombros - sí su novia, están saliendo juntos hace unos meses. Por supuesto que gracias a mi.
- ¿ Qué poderosa eres?.
- Ja, ja, ja. Pero no se lo digas. Por favor. -  le suplico.
- Muy, lo hago por ti.
- ¿Por qué no vamos a nadar a la pileta?. Deja que te presente a Amy formalmente.
Se dirigen a donde estaba ella.
- Hola, Soy Usagi, la amiga de Mina, mucho gusto en conocerte. - Ah, Hola, soy Amy, - dijo en un tono pausado, ruborizandose. - si ya me habló bastante de ti, Mina. Me parece conocida.
- Sí yo la acompañe muchas veces a tu oficina.
- Bueno, porque no vamos a la pileta para refrescarnos un poco. -  Dijo Mina para romper la tensión del momento.

De lo que fui consciente al llegar hasta la piscina, fue que una blonda ejemplar de mujer, salió del agua, era la diosa de la belleza hecha mujer. Casi bloqueado por la sorpresa, me quedé con la boca abierta al observar la perfección de ese cuerpo femenino.
¡No puede ser!, exclamé mentalmente valorando el innegable alboroto que se produjo en mis hormonas al verla salir con ese minúsculo bikini negro. "¡Es preciosa!".
Que maravillosos pechos y un trasero de ensueño. Incapaz de retirar mi mirada de su piel blanca mojada, mis ojos recorrieron su cuerpo.
¿Cómo es posible que no me haya cruzado nunca con este bombón?, me dije al contemplar sus contorneadas y larguísima piernas ¡Está buenísima!.
Mi escaneo fue tan poco discreto que mi bombón rubio no pudo evitar ponerse colorada como un tomate, al sentir la manera con la que me deleité observándola y completamente avergonzada, agarro una toalla con la que taparse.
-Hola. - Susurro.
Pasa por mi lado corriendo descalza hasta el Penthouse que habíamos alquilado con mis hermanos para tomar una merecidas vacaciones. Me quedé mirando descaradamente el contoneo de esa cola dura y bien formada era una tentación irresistible de la que no me pude o no me quise abstraer y siguiéndola en su huida. "¡Menuda belleza!", suspire tratando de alejar de mi cerebro las ideas pecaminosas que se iban amontonando con cada minuto que pasaba. Enojado conmigo mismo, me tomé una ducha fría que calmara o apaciguara la calentura que asolaba mi cuerpo, me venia a mi mente esa rubia de dos colitas, de piel de porcelana y su biquini negro. Pero por mucho que intenté olvidarla, me venia su imagen salida de la piscina. Mientras el agua de ducha caía por mi piel, visualice a esa diosa rubia ronroneando en mi cama.
Muy a mi pesar y aunque lo intenté con todas mis fuerzas, mi mente perversa no dejaba llenar de imágenes de los haciendo el amor, llegando al orgasmo derramé mi semen sobre la ducha. Soy un inmoral, ni siquiera se quien es, abochornado por mi acto, salí a secar me.
Ya frente al espejo, malgaste más de media hora tratando de auto convencerme que no iba a permitir tener ese tipo de pensamientos sobre ella pero todos mis intentos fueron directo a la basura. Fue entonces cuando sentí que necesitaba una lapicera y papel vino a mi mente una canción para ella.
- Seiya cuando bajes recuerda que somos los anfitriones.
Me grito Yaten, desde algún lado.
Me vestí rápido. Me puse un negro traje de Armani, con una camisa blanca y corbata color borgoña.
Cuando bajo las escaleras siento que alguien me agarro las manos. Mina. Suspiro.
-Por fin. Seiya. Acuerda te que tu compañera es mi amiga...
Fue cuando la veo bajar por las escaleras a mi bombón. "Es la tentación en estado puro". Baja con un porte elegante. Era tan magnífica realzaba el vestido rojo que portaba. Le quedaba como un guante.
-... Usagi.-cuando llega al lado de Mina-Seiya te presento a mi mejor amiga, ella es...-no podía creer, cuando la veo, era mi diosa de la piscina.
-Hola Seiya-me sonrío tímidamente.
-... Usagi. Va a ser tu acompañante. No es guapa.-me guiña un ojo-te lo dije que te encontraría una chica linda.-me guiña de nuevo el ojo Mina.
-Si es guapa.-pausadamente.
-¿Estoy guapa?-insegura.
-Voy a  ser el más envidiado de la fiesta.
Ese sutil piropo la alegró y en tornando sus ojos, sonriendo contestó:
-Gracias - con una sonrisa picara y un brillo en sus ojos- Seguro que se lo dices a todas.

Acto seguido, se acercó a mí, y con su mano, me tomo por la parte atrás de mi cuello y me atrajo hacia él. Cerré los ojos para esperar el contacto con los labios.
Al principio, me dio un beso suave en la boca, pero luego comenzó a pasar la lengua sobre mis labios. Me los comenzó a chupar y luego fue metiendo su lengua en mi boca, comencé a separar los labios, para sentir el roce de su lengua en mi interior.
Al entrar en mí. Comencé a enrollar su lengua con la mía; ya en ese momento, estábamos completamente abrazados y nuestras lenguas entraban muy adentro una en la boca del otro.
Nos apretábamos muy duro y tratábamos de llegar las lenguas lo más profundo que podíamos. Era un beso muy fuerte y salvaje.
Nos separamos para tomar un poco de aire, al escuchar alguien toser.
- Seiya te dije que hoy somos los anfitriones. Si lo van hacer espera hasta que termine la fiesta. - lo mira un tipo un poco más alto que yo, de pelo plateado de ojos verdes.
- Yaten, no espantes a mi amiga. - le reprocha Mina con la sonrisa alegre.
- O sea ¿Qué tu eres Usagi?, un gusto de conocerte. - le tiende la mano. Sonriendo.
- Un gusto Yaten. - Usagi se sentía colorada como un tomate, de la vergüenza que esta pasando, le da mano.
- Bueno, basta de presentación, tenemos que ir a la fiesta, mi amor. -  Se lleva arrastrando a Yaten.
- Vamos, bombón.
- Sí.
Con cargo de culpa por lo que hizo hace unos momentos, se agarra de su brazo y van directo a la fiesta que su música llegaba hasta donde estaban ellos.
Donde la ciegan los flashes.

Muchísimas gracias por leer. Saludos y besos a:
ElenaMaria08, YeseniMatiaa, OlgitaLuna, ValeZalir, RubioUrquiza0, Lichirox, LitzeloniChiba, KristelMalfoyGranger, Adlihallertse, lasguerreramagicas, fanatica2805,SindyUmpierrez y Dani-perez27, User27550932 y Liz Moon.

InfidelidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora