- Mamoru, ya sé que no estas de humor hoy, - dijo Setsuna un poco apresumbrada- pero tienes que ver esto.
Y le pone arriba del escritorio la revista Vogue. En la sección de sociales. Estaba Malachite con un traje recto hecho a medida color gris marengo, camisa blanca con una corbata gris topo. A su lado estaba Usako con un hermoso vestido tubo en satén gris humo con bordados de pedrería y cola larga, con unos pendientes y gargantilla con turquesas parecido a sus ojos, sus ojos con muy poco maquillaje. Parecía una princesa de cuentos de hadas, pero con más busto y que con su frágil cuerpo lanza señales de protegerme.
Pero mi sonrisa se fue cuando la vi abrazada a Malachite mi antiguo compañero de andanzas y de la infancia. Un fuego interior de ira acumulada, me dice que le rompa la cabeza. Me traiciona con mi esposa. Piensan casarse.
- Mamoru, ¿qué te pasa?- le pregunto su abogado el doctor
-¡ Ah!, doctor, lo llame por mi esposa.
-¿ Le paso algo con ella?, ¿intento extorsionar?, recuerde que el acuerdo de divorcio ella acepto los términos recomendados por usted.
- ¿Qué divorcio?, yo no estoy divorciado.
- Señor Chiba recuerde que hace tres años esta divorciado.
- ¡Mentira!, - grito golpeando con un puño la mesa furioso - yo le dije claramente que me arrepentí, al final no quería el divorcio después de una semana - levantado la voz.
- Pero señor Chiba. Usted no dijo nada. Están divorciados.
- Mire doctor Kabigon. No sé cómo lo haga, ni me importa cómo lo haga anule ese divorcio ¡ya! - con la mirada fría.
- Pero señor Chiba va ser imposible, recuerde que están separados hace tres años como piensa que lo anuló.
- No lo sé. Usted es el abogado, lo único que importa que Usako esta con otro y no lo voy a permitir es mi mujer, que le sigo pagando sus tarjetas de crédito, sus caprichos. Pero desde que está con él es como sino me necesitará más.
- Señor Chiba, lamentó decir esto pero cuando se firmó la sentencia de divorcio, no le deposito más dinero y las tarjetas fueron anuladas- lo dice con un hilo de voz.
- ¡¿Qué?!.
- Sí, señor Chiba. Desde que la echo de su casa, supongo que se fue a algún lado.
- Señor Chiba el contable.
- Que pase.
- Buenos días, señor Chiba, acá le traje el último contrato con la empresa Tsukino, sepa disculpar la tardanza, pero como hace año que no se trabaja con ellos.
- Gracias puedes irte. Doctor Kabigon lo único que voy a decir es una cosa, quiero que arregle su descuido o malentendido. Yo dije claramente a la semana no quería el divorcio, tengo de testigo a mi antigua secretaria Setsuna que le dije a ella que se lo comunique, por ende quiero que mañana a la mañana listo o mi empresa dejará de trabajar con su estudio de abogados por negligencia, ¿entendido?.
- Sí - li dijo pétreo.
- muy bien puede irse. Tengo que trabajar hoy van a rodar más cabezas.- Usagi, se puede saber que es eso de que mi mejor amiga y mi ex esposo se van a casar - un poco alterada.
- Solo eso Mina. Estamos comprometidos - mientras cierra el cuarto del bebé - estamos los dos solos, sin pareja y como nos acompañamos mutuamente, decidimos - suspira lentamente Usagi-comprometernos.
- Pero fue mi marido.
- Sí ¿y?.
- como que ¿y?, es mi ex marido.
- Sí, ¿y?- aguantando la risa.
- Y es mío.
- Yo pensé que no. Porque lo dejaste. No lo recuerdas. Lo dejaste por Yaten- tratando de sonar indiferente.
Al acercarse Malachite con el dedo índice en la boca le hace la señal de silencio. Poniendo el celular en altavoz.
- Sí, ya lo sé - un poco nerviosa - Pero... - con un hilo de voz - todavía lo amo.
Tanto Malachite como Usagi abrieron los ojos como platos sorprendidos por la revelación de Mina.
- Entonces, ¿Porqué lo dejaste? - dijo Usagi apenas pudo recuperar la voz- si tanto lo amas.
- La verdad porque él quería tener hijos y yo no. Tú crees que siendo tan joven y hermosa voy a desperdiciar mi vida con niños, sin mencionar que puedo perder mi esbelto cuerpo. No soy como vos Usagi, a mi me gustan las fiestas, ser admira.
- Pero Mina...
- Me gusta que los hombres me deseen.
-... hermosa no tenes que presumir.
- Sí lo sé, pero me encanta.
- Bueno tengo que cortar, tengo que cambiar para salir con Mal.
- Y se puede saber a dónde van los enamorados.
- Eso es un secreto. Luego nos llamamos.
Al cortar la llamada Usagi dio rienda suelta a las carcajadas hasta que le dolió la panza, Malachite estaba pensando.
- Te lo dije dentro de poco la vas a tener a tus pies, eso si ni se te ocurra nada de hijos. Por que va a huir despavorida.
- Tienes razón Usagi como también tengo el presentimiento de que Mamuro se va a poner como loco después de esto.
- No lo creo. Tiene a Setsuna. Pero ¿quién sabe tal vez se canse de ella y vuelve conmigo - soltó una sonrisa amarga.
- Por cierto como anda mi tesoro.
- Mal por favor, ya le compraste casi una juguetería entera.
- Es mi bebé.
- Por favor no lo despiertes.
A los pocos minutos se oye la risa del bebé.

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Infidelidades
Fiksi PenggemarMamoru Chiba un exitoso empresario, cae en brazos de su bella y tímida secretaria Beryl Queen. Su esposa Usagi cae en desgracia.