32. Una y mil veces

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-Vázquez- dijo Hank dándose la vuelta-, ¿tiene el vídeo?

-Sí, sargento.

-Póngaselos- el hombre señaló la pantalla-, eso es lo que ha estado ocurriendo en el resto del mundo.

La pantalla se iluminó y las imágenes comenzaron a proyectarse enrabiadas una tras otra.

El primer vídeo mostraba a unos terroristas del Estado Islámico decapitando a tres individuos. Mientras daban su discurso, las cabezas volvían a la vida y enterraban sus dientes en los brazos que las sostenían.

En los confines del desierto se veía un ejército de cadáveres caminando hacia la bandera negra manchada de sangre.

En el segundo vídeo, un estadio de fútbol lleno. Los jugadores en el campo se detenían y miraban a las gradas. Una avalancha de muertos cayó sobre ellos, llevándose consigo al mejor jugador del mundo, al segundo, al tercero...

El otro vídeo trataba sobre un reportaje, "El Dow Jones vive su mejor semana en Wall Street..." decía el periodista para luego darse la vuelta. Una lluvia de papeles caía en la bolsa de Nueva York.

La cámara caía al suelo. Se oían gritos y rugidos por doquier.

En el cuarto vídeo, los tres pórticos de la Sagrada Familia se abrían de golpe y la basílica vomitaba un centenar de muertos en la Ciudad Condal.

Un autobús de TMB arroyaba a una decena de infectados. El vehículo se detenía y los zombies lo rodeaban como hienas hambrientas.

En la plaza de San Pedro, el Papa se dirigía a la multitud. Un cardenal embestía al pontífice por la espalda, le clavaba los dientes en el hombro y caían juntos del balcón.

La muchedumbre gritaba y se dispersaba como un mar de hormigas.

En la Ciudad de México, la Torre Latinoamericana observaba impasible como la ciudad moría a sus pies. El humo y los gritos le cosquilleaban los talones pero no conseguían inmutarla.

En India, el tráfico interminable de vehículos se transformaba en un río de muerte.

En Bilbao, el Guggenheim observaba frío e indiferente como la gente saltaba a la ría para librarse de los cientos de infectados que los perseguían.

Una multitud de personas corrían por la Avenida 9 de Julio en Buenos Aires intentando escapar del ejército de cadáveres. Pero los zombies perseveraban y lo único que llegaba al Obelisco era la muerte.

El siguiente vídeo mostraba a una astronauta americana y a un cosmonauta ruso flotando en la Estación Espacial Internacional, luchando con un astronauta infectado.

Pekín, Bogotá, Paris, Santiago de Chile, Moscú, Lagos, Casablanca, Lima, Londres, Sevilla, Johannesburgo...

Buenos, malos, jóvenes, mayores, ricos y pobres sucumbían ante el virus.

La pantalla se oscurecía pero las imágenes continuaban bailando en la cabeza de Lena.

-Eso es lo que os habéis perdido.

°°°

La empresaria seguía al sargento Henkshaw hasta la sala de conferencias y de allí continuó por una escalera mecánica fuera de servicio. Dos plantas más arriba se detuvieron frente a una oficina.

-Sentaos- dijo el sargento y señaló unos bancos donde había más gente- voy a avisarle a la doctora que estáis aquí.

El hombre dio tres golpes en la puerta y entró en la oficina.

Sobreviviendo al mañana (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora