34. Notas, notas y más notas

190 30 0
                                    

La mañana le iba ganando terreno a la noche. La luz solar penetraba la atmósfera y los rayos azules zigzagueaban por el cielo pintándolo y deshaciendo la oscuridad.

La luz se topó con los párpados de Kara y los abrió.

-Buenos días- Sam estaba terminándose de vestir.

-Buenos días.

-¿Has tenido una buena noche?

Hubiese sido mejor sin nadie en la habitación.

-¿Kara?

-Sí, he dormido bien. Gracias.

La reportera se apretó el tabique de la nariz con la mano izquierda, se relajó y 1 inhaló, 2 exhaló.

La Voz no regresó.

-¿Lena ya se ha despertado?

-Sí, ha ido con Kendra a ver cuándo nos toca el desayuno- la mirada de Sam se posó en Chelsea- ¿Cuánto puede dormir esta niña?

Kara se rio entre dientes y le apartó del ojo un mechón rubio.

-Podría dormirse todo el apocalipsis.

-Ya veo.

La puerta se abrió de pronto y Lena asomó la cabeza.

-El desayuno está listo.

Un grupo de supervivientes servía el desayuno a la fila de comensales a la que ahora se sumaban.

-Que organizado lo tienen todo- acotó Sam después de que una mujer llenase su plato con huevos revueltos.

Kara cogió su taza de café al final de la barra y caminó hasta la única mesa libre.

-Tendremos que ayudar, digo yo- comentó Lena sentándose a su lado.

-Intentaré hablar con el sargento hoy.

-Parece que no tendrás que ir a buscarle.

Hank Henkshaw se abría paso entre la gente y se dirigía hasta su mesa.

-¡Buenos días!, ¿dónde está la pequeña?

-Durmiendo, le he guardado un plato de comida.

-Bien, has hecho bien- dijo saludando a un grupo de personas que se marchaba de la cafetería- Quería veros para hablar de vuestro traslado.

-¿Traslado?

-Claro, ¿no pensaríais que os ibas a quedar en la sala de conferencias?

-En realidad estamos a gusto allí- acotó Lena.

-Estaréis más a gusto en vuestra propia habitación, con vuestras literas y muebles.

-¿Literas, muebles?- Sam juntó las cejas.

El sargento rio bonachonamente.

-Así es. La sala de conferencias y el auditorio es donde se hospedan los supervivientes hasta que verificamos que no nos darán problemas- Hank les guiñó un ojo-. Luego los trasladamos a una habitación... bueno, una oficina reconvertida en habitación.

Kara bebió un sorbo de café y dejó que el vapor le calentara la nariz.

-¿Y cuándo nos mudamos?

-Hoy mismo- respondió saludando a otro grupo de personas-, Kendra os enseñará vuestra habitación.

La mujer los saludó desde su mesa, su hermano y sobrino desayunaban con ella un par de mesas más adelante.

Sobreviviendo al mañana (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora