Capítulo 32 "Soy Juana"

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Seguimos comiendo y hablando de cosas diferentes, aun no logro entender cómo es que esta niña terminó en el poder de Nick y sus amigos, esos niños nunca han sido de fiar pues se han metido en varios inconvenientes y sus padres han tenido que sacarlos de la cárcel por enredos en los que se encuentran involucrados. Si son niños de buena familia ¿por qué meterse en problemas? Tal vez por llamar la atención pero del niño Nick es ilógico pues sus padres siempre han estado pendientes de él y todo lo que a este refiere. Conociéndola más me di cuenta de que es una gran chica y que por sus inseguridades y miedos terminó con Marcos quien ahora la tiene entre la espada y la pared a pesar de que en realidad tiene más escapatorias de las que cree pero el camino que se elige es el que se tuvo que tomar pues aunque no lo creamos no existen otros caminos.

—Iré al baño y ya vuelvo— dije mientras me paraba de la mesa con los platos de las dos en mis brazos, entre a la cocina y los puse en el platero para luego encargarme de ellos, camine por todo el pasillo hasta mi habitación y así entro en mi baño abriendo la ventanilla que daba hacia la calle pues estaba un poco caliente y no había más ventilación, me paro encima de la taza para ver hacia afuera por puro instinto y lo que me encuentro no es muy agradable. El auto de Nick está estacionado al otro lado de la calle y Nick está mirando hacia la casa como buscando algo o alguien, mi sexto sentido me dice que le avise a alguien y lo único que se me ocurre es llamar a Marcos pues aunque no sea el plan más inteligente quizá pueda decirme si es por vigilancia o él esté planeando algo (lo que es más probable pues lo conozco como la palma de mi mano), así que sin más marco al número que me dio antes de irse, suena dos veces y al tercer tono lo toma

— ¿Qué pasa? — su saludo es bastante amable por lo que me decido decirle lo que vi rápidamente pues no quiero problemas y tengo ganas de hacer chichi

—Nick está afuera y lleva ya unos minutos mirando hacia la casa… creo que era correcto decirle pues no creo que la esté vigilando porque ayer no estaba aquí— mi voz es firme y sigo parada en el inodoro mientras intento pensar en otra cosa que no sea agua

—Mierda, lo supuse— murmura como si yo no fuera a escuchar —Si en cinco minutos no se va, envíame un mensaje enseguida… si entra actúa normal y no los dejes solos ni un solo minuto— me avisa con voz firme y cuelga, más calmada hago lo que venía a hacer desde un principio y salgo más tranquila como cuando te descargas de un peso, bueno así

El timbre de la casa suena así mismo mis sentidos protectores se ponen alerta y salgo rápidamente en dirección de la puerta antes de que Angie lo haga, lo que veo detrás de esta solo me pone más alerta con una sonrisa Nick me saluda y pasa a la casa como si tuviera todo el derecho del mundo

— ¡Angie! Cariño ¿cómo estás? — su voz suena dulce haciendo que me ahogue con mis carcajadas, mientras el mira a Angie que está sentada en el sofá viendo TV sin prestarle la más mínima atención, agarro mi celular del mi bolsillo delantero izquierdo y mando un mensaje rápido a Marcos

*Sigue aquí, ya entró y al parecer no piensa irse*

No recibo respuesta y tampoco sé si lo leyó pues mi celular no es de WhatsApp’s sino más de mensajitos de texto y linternita.

— ¿Qué hace aquí? — me pregunta Angie en español una vez me acerco a ella, ni siquiera lo mira y yo sé que significa eso; tiene miedo pues no es sencillo tener a dos pesados detrás de ti y menos a Nick y Marcos. Me siento a su lado y le acaricio la espalda para mostrarle mi apoyo, muevo mis hombros a su respuesta pues es verdad que no sé qué hace él aquí

— ¡Hey! Sigo aquí… Juana tráeme algo de tomar, tengo sed—habla en inglés (pues no sabe otro idioma), se sienta en el sillón contiguo al nuestro y me mira esperando que le obedezca

A to Z -One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora