Capítulo 34

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Dominic.

Estuve un casi otra semana entera en el hospital. Los primeros días fueron duros porque la cabeza no dejaba de dolerme, sobre todo cuando me sacaron el drenaje, también porque al estar tanto tiempo acostado mis músculos comenzaron a resentirse. Sin embargo, todo fue más llevadero gracias a las visitas constantes de Samantha. Cada día venía después del trabajo, pasaba junto a mí hasta casi tres horas y cuando llegaba la hora de irse, todo comenzaba a doler de nuevo. Pero nada me dolía más que verla marcharse, a pesar de que sabía que la vería al día siguiente.

Los vestigios de esa horrible pesadilla no me dejaban dormir bien, despertaba exaltado, sudado y con el corazón bombeando con desenfreno. No obstante, poco a poco eso se fue pasando. Sí, aún recuerdo, pero ya no es tan nítido como en los primeros días porque realmente eso era una jodida tortura. En más de una ocasión la enfermera de turno tuvo que suministrarme calmantes para poder volver a dormir.

Con Charles no hablamos de lo que sucedió el día en que me fui de la sesión. Entendió que era una emergencia ya que le conté todo, y hasta avergonzado se sintió de las palabras que me dijo. Le resté importancia porque en su lugar yo hubiese hecho exactamente lo mismo. Me fue a visitar varias veces a la clínica, luego al departamento que compartimos con Samantha, no, no al que compartimos. Me fue a visitar a nuestro departamento, a nuestro hogar y ahora puedo decir... que bien se escucha eso.

Samantha ha sido un pilar fundamental en todo el proceso de mi recuperación, después de que me dieron el alta, era ella quien se preocupaba de darme las medicinas que el doctor me había recetado. Fue quién me acompañó a cada una de las citas post-trauma encéfalo craneano, para hacerme los exámenes que quedaron pendientes. Afortunadamente todo salió bien y de mi accidente, sólo ha quedado una cicatriz que a lo menos tiene diez centímetros de largo, no obstante, mi cabello la cubre en su totalidad.

De todo eso ya han pasado dos meses. Dos meses en los que desde que me dieron el alta médica vivo con Samantha. Dos meses en los que he ido tomando otra vez el hilo de mi carrera. Dos meses en los que por fin mi vida está en completo orden en todos los aspectos. Dos meses en los que hemos estado en paz.

Pero hoy es un día distinto, es un día en el que no he podido dejar de pensar. Desde que me entregaron mis resultados, los cuales dicen que soy negativo, que he venido meditando en hacer esto. Y aquí estoy, para acabar por fin con toda esta mierda.

Levanto mi rostro, tapando con la mano los reflejos del sol que dan sobre mis ojos. No puedo negar que estoy un poco ansioso, nunca creí que haría algo como esto, pero a situaciones extremas, medidas extremas. Respiro profundo antes de caminar hasta el edificio, las mamparas de vidrio se abren en cuanto me acerco. El aroma del lobby se me hace a vainilla, muy empalagoso, por cierto.

Una mujer de cabello rubio se me acerca, ya sabe quién soy, ¿cómo no? Si venía a este lugar con bastante frecuencia. Me saluda con formalidad, yo hago lo mismo. Me comenta que ella se encuentra en su oficina, le agradezco y me desplazo hasta los elevadores. En cuando entro meto la mano en el bolsillo, aquí están mis resultados, bien guardados. Los toco una y otra vez para saber que esto es real, que esto es lo que haré y que de una vez por todas aclararé varias cosas que aún se encuentran en el tintero. Las puertas se abren, y muerdo mi labio antes de salir. Ahora sí que experimento esta sensación tan extraña, entre la ansiedad y la furia. Es como si ambas se hubiesen tomado de la mano para hacerme afrontar con entereza todo lo que sucederá. No es fácil, ya me dijo una vez que fue por mí que entró a ese mundo, pero eso no le da el derecho de haber inventado tan horrible embuste.

—Señor Evans, cuanto tiempo —es su secretaria.

—Buenos días, ¿puedo pasar?

—Por supuesto, la señorita se encuentra arreglando unos documentos antes de salir a una junta, pero creo que tendrá unos minutos para su novio. Sígame por favor.

SwingerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora