LO QUE EL VIENTO ME DICE DE TI

EL DÍA EN EL QUE EL ROSA SE VOLVIÓ ALGODÓN DE AZÚCAR

"Explicaste el infinito lo extraño y hermoso que es tan solo existir
No pude evitar pedirte que lo dijeras todo otra vez, intenté escribirlo, pero nunca pude encontrar un bolígrafo" - Sleeping at last, Saturno -

Taeyeon estaba segura de una cosa, le gustaba estar con Tiffany.
Y a Tiffany le gustaba estar con Taeyeon.
Su tarde se fue entre palomitas, una mala película, y beber refresco. Era la cita más silenciosa y natural que Tiffany había tenido en su vida, de repente, se tomaba el tiempo de mirar a su lado y ver el pequeño rostros sonrojado de su acompañante, sonreía y volvía a ver la película, en realidad estaba nerviosa y no había podido entender de qué iba la película, algo sobre un robo, suspiraba cada cinco minutos, porque luego de que la película terminara no sabía si llevar a Taeyeon a casa, o quedarse un momento más con ella, la miró una vez más, acababan de hacer un chiste en la película por qué escuchó risas y notó el destello de felicidad en los ojos de la castaña, sonrió, por lo menos ella estaba entendiendo lo que ocurría, Taeyeon volteó, y sus miradas chocaron, había tranquilidad en ambas chicas. Tiffany quería tomar su mano, y lo hizo, Taeyeon le respondió con una sonrisa.
Las luces se encendieron, dando por terminada la función, Tiffany se sorprendió, no supo en qué momento había ocurrido pero ayudo a Taeyeon a levantarse y a caminar por el pasillo.
Caminaron aún con sus manos entrelazadas.
-¿Quieres volver a casa?- Tiffany preguntó a Taeyeon quien estaba distraída mirando al aparador de una tienda.
Negó con su cabeza, era temprano y era la primera vez que salía en mucho tiempo, quería quedarse un rato más.
Entraron a esa tienda, tenían muchas cosas de decoración y peluches, cosas que Tiffany pensó, eran del estilo de la bajita.
-¿Les puedo ayudar en algo?- preguntó una joven.

-Solo estamos viendo, Gracias- Tiffany le dijo amablemente, y sintió el apretón en su mano por parte de Taeyeon.
-¿Sucede algo Tae?- Taeyeon negó, simplemente caminó más lejos, seguida de Tiffany.
Estuvieron ahí veinte minutos más, a Taeyeon le había gustado un peluche de abejita, que en su nariz tenía una margarita amarilla, se le hizo muy tierno, el peluche era tan grande que a penas y cabía en sus manos y a Tiffany le causó gracia verla tan emocionada con algo como eso.
No lo compró, el peluche costaba demasiado, y Tiffany no podía permitirselo, así que le dijo a Taeyeon que debían irse con algo de pena, pero ella le sonrió asegurándole que todo estaba bien.
Dieron unas dos vueltas por la plaza, Tiffany compró un helado para Taeyeon, era silencioso, pero le gustaba, simplemente estar cerca de la bajita le hacía bien, se relajaba.
-Me gusta estar contigo- Tiffany dijo de la nada, Taeyeon estaba ocupada tratando de que su helado no se escurriera y le manchada las manos, un trabajo difícil tratando de coordinar su lengua y sus brazos, pero al escuchar la confesión de Tiffany olvidó lo que estaba haciendo, y la miró un tanto sorprendida, normalmente Tiffany no era tan sincera respecto a sus sentimientos, y por eso sabía que era sincera, el revoloteo en su estómago volvió.
-No me mires así, creí que debías saberlo- Tiffany intentó seguir caminando, pero Taeyeon jalo su mano para quedar frente a frente, los ojos de la castaña reflejaban felicidad, estaba muy feliz, lo supo por la sonrisa en su rostro.
Se abrazaron, de esos abrazos necesitados, cargados de cariño.

-Seunghyun y Thomas querían venir, pero los convencí de que no podría cuidar de los tres sola, y dijeron que un día en el que no tengan escuela te visitarían con palomitas y muchas películas de Disney- Estaban ya en el auto, de vuelta a casa, una canción alegre resonaba en el vehículo.
Taeyeon no había visto a los hermanos en un largo tiempo, quizas estaban más altos y mucho más inteligentes a como los recordaba, quería verlos así que no le pareció mala idea, ella recordaba tenerlos ahí sin embargo no lograba compaginar si habían hablado, o solo habían jugado, no recordaba muy bien, así que quería verlos para que la pudieran al día con su vida, esperaba que por lo menos no estuvieran tan preocupados como siempre.
Luego de eso, el camino fue silencioso, hasta que Taeyeon recordó algo busco en la guantera del auto, ahí habían dejado plumas y hojas por si ella quería decir algo.
"Tiffany, el día del accidente te Vi llegar, pero llegaste muy rápido, como si tú ya estuvieras ahí ¿Tú también vas a las carreras de motos?"
Cuando el semáforo se puso en rojo, Tiffany leyó el papel, un nudo se posó en su garganta y perdió el color de su piel, estaba pálida.
-Y-yo pasaba por ahí- pero Sabía que Taeyeon no le creía, y no lo hacía, sus ojos pedían que le dijera la verdad al mismo tiempo de que se notaba su preocupación por la reacción de la pelirroja. Luego de unos segundos de pensarlo, Taeyeon parecía entender.

"¿Tú ibas a correr contra Yuri?"

Tiffany asintió

"Y tú eras quién la iba a golpear si perdía"

-¿Qué?- Tiffany estaba confundida.

"Ella dijo, que estaba apostando una moto o ser golpeada"

-Estabamos apostando que ella se fuera y no volviera nunca en caso de perder, si ganaba entonces se quedaría mi moto. Yo no la iba a golpear, hasta que te Vi caer al suelo luego de ser chocada, ahí la quise matar- Apretó el volante, el rumbo de la conversación no le gustaba, no le gustaba recordar, estaban teniendo tan buen día que no quería arruinarlo con ese tonto recuerdo.

"¿Tienes una moto?"

-Era de papá-

Taeyeon notó el cambió en el rostro de Tiffany, se había vuelto más duro, casi como si le doliera el decir esas palabras.
Entonces no quiso preguntar más.
Tiffany la dejó en su casa, ayudó a Sophia a subirla a su habitación, y se despidió de inmediato, no quiso quedarse a cenar, recordar a su padre nunca le hacía bien, era un dolor con el que no podía lidiar, era odio carcomiendo su ser, nunca hablaba del tema, no quería llorar.
Taeyeon se quedó confundida, en su cama, viendo a través de la ventana, pudo ver a Tiffany, quién traía una cerveza en la mano y no pudo más que sentirse culpable, algo de su conversación la había lastimado o enojado y no sabía que.
Y aunque Tiffany pensó que las cosas estaban mejorando en su vida, Tiffany no sabía que las cosas estaban a punto de empeorar.

•••
Bueno, ya lo dije y lo volveré a repetir, no importa cuánto tarde, terminaré esta historia... gracias por seguir esperando y gracias a los nuevos lectores.
Nos leemos luego, chau ;)