t r e s

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¿Dices que se llama Jungkook? —preguntó a Yon antes de entrar a la habitación del chico.

Así es, si te pregunta porque lo fuiste a buscar dile que... ¡Si quiere pan! —sonrió ante su "brillante" idea.

Eso suena estúpido. —dijo Taehyung inmediatamente ganándose la mirada de indignación de Yon.

Entonces crea tú una excusa. —se cruzó de brazos y se sentó en el suelo haciendo una rabieta como una niña pequeña.

Me voy. —el chico le dió la espalda a la pelicastaña que rápidamente se levantó de las baldosas.

No irás solo, yo te acompañaré. —decretó y sin siquiera escuchar a Taehyung se lo llevó a rastras a la habitación de Jungkook que extrañamente estaba sola.

¿Hola? —Jungkook entró a la habitación encontrando a Taehyung sentado en el sillón.

Hola. —sonrió amigablemente al tiempo que se levantaba y hacía una leve reverencia.

¿Qué haces aquí? —Jungkook caminó hasta la camilla y se sentó esperando una respuesta por parte del pelinegro.

Es que... Me confundí de habitación, pensé que era la de mi abuela y me quedé a esperarla. Lo siento. —a Yon le sorprendió la tranquilidad con la que el chico habló, pero ella no sabía que en sus palabras había algo de verdad. La abuela de Taehyung en realidad estaba en hospital, muriendo.

Igual que ella.

Ah... —Jungkook bajó la mirada comprendiendo y Taehyung supo que debía meter un tema de conversación.

¿Por qué estás aquí? —preguntó lo primero que se le vino a la mente y quiso darse una bofetada.

¿Por qué soy tan estúpido?. Pensó.

Un accidente automovilístico... con mi novia. —el pelicastaño soltó un suspiro cuando un nudo en la garganta apareció. No quería llorar y mucho menos delante de un extraño.

Oh, lo siento. No debí preguntar. —Taehyung se preguntó mentalmente como podía actuar tan bien mientras que Yon, estaba que se jalaba los pelos por la idiotez que el chico había cometido.

Está bien, yo... estoy bien. —y Jungkook se sintió mal por haberle mentido pero Yon simplemente lo comprendió, dejó de caminar desesperada por la habitación y miró a su novio.

Una lágrima cayó y su fuego creció.

Debo irme, adiós. —se despidió el de cabellos negros y con las mismas que entró, se fue.

Yon siguió a Taehyung un minuto después. Su rostro estaba empapado y sus mejillas y nariz se encontraban rojas.

Lo siento, creo que lo he arruinado. —el pelinegro se disculpó sentándose encima del lavabo, estaban en el baño de hombres.

No te voy a negar que la haz cagado pero no importa, tendrás más oportunidades para hablar con él. —Yon sonrió más que para Taehyung para sí misma, intentaba mantener las esperanzas, la esperanza de que algún día despertaría.

La esperanza de que volvería a ser feliz.

No sé si debería continuar. —el chico hundió la cabeza entre sus manos y Yon se alarmó. ¿Está hablando en serio?

Debes estar de coña. —intentó relajarse soltando una risita nerviosa a lo que miraba a Taehyung con decepción.

Quisiera que fuera así pero no, creo que en realidad no te podré ayudar. —con cabeza gacha Taehyung hizo una mueca de molestia consigo mismo.

¿Te estás rindiendo sin siquiera haberlo intentado? —a Yon le extrañó la actitud tan apagada del chico y sobre todo por un motivo como el no haber podido socializar.

Lo siento. —cerró los ojos por un corto segundo y los volvió a abrir cuando Yon lo obligó a mirarle.

Escúchame bien Park, Cha, Choi Taehyung. Lo que seas.

Kim, ya te lo había dicho. —le cortó con el entrecejo ligeramente fruncido.

Como sea, dijiste que me ayudarías y eso es lo que harás, ¿entendido? —para los dos los el tono que usó fue muy autoritario, sin embargo, la fémina creyó que así era mejor.

Él suspiró. Está bien. —cedió luego de un largo minuto de silencio. Al escuchar aquello, Yon dejó de agarrar a Tae y empezó a saltar como una loca.

|*****|

Mientras que los doctores le hacían un examen a Yon, Jungkook corría por los pasillos chocando con la gente y pidiendo disculpas. Hacía unos cuantos minutos le habían informado que podía dejar de usar la silla de ruedas -tras una prueba de equilibrio- y ya podía caminar más no correr, su salud aún no estaba del todo bien y con mucha facilidad se podía agitar, no obstante, como buen chico desobediente no hizo caso.

¿Puedo... Puedo verla? —preguntó a un doctor que iba saliendo de la habitación de Yon con los brazos en jarra intentando regular su respiración.

Lo siento joven, pero no puede hacerlo. —quiso retirarse con una reverencia pero rápidamente Jungkook lo detuvo.

Por favor, sólo será un momento. —suplicó juntando las manos en un intento desesperado de poder ver al amor de su vida.

Cuando sea la hora de visitas podrá verla, por ahora no. —nuevamente fue detenido por Jungkook que no desistía.

Por favor. —estuvo a punto de arrodillarse al suelo y parecía querer llorar.

Joven, le he dicho que... —el doctor fue interrumpido por un sonido proveniente de su reloj de mano, miró la hora y luego al chico.

Tiempo después Jungkook se encontraba con una bata, gorro y polainas puestas, todo de color azul cielo. El doctor le había dado ciertas instrucciones y el resto fueron enumeradas una a una por una enfermera que se encargaba de Yon cuando el doctor tenía que irse. Jungkook estaba nervioso, después dos semanas y seis días volvería a ver a Yon y a saber algo de ella. Resulta que sus padres le habían recomendado o mejor dicho, le habían prohibido saber de Yon. Cada vez que la mencionaba terminaba siendo sermoneado por sus padres mientras que la familia Seo guardaba silencio. La situación lo tenía agotado.

Jungkook entró lentamente a la habitación de Yon y no alzó la mirada hasta creer estar preparado. Finalmente observó a la chica y sintió como su corazón se rompía en mil pedazos.

Sabía que ella estaba mal por lo que le dijo el doctor hace dos semanas pero nunca pensó que tanto.

El cuerpo inmóvil de la fémina se encontraba en la camilla conectado a innumerables cables, tenía una mascarilla de oxígeno y su pecho se movía demasiado lento. Jungkook notó los débiles signos vitales de Yon que mínimo cada tres segundos producía un sonido. Ella estaba muy pálida y tenía un tubo incrustado cerca a la garganta que supuso sería para ayudarla a comer. El castaño llevó su mirada a la mano de la chica y vió como las venas sobresalían notablemente, ¿tan mal se encontraba?. Quiso llorar al ver la pulsera de pareja que seguía aún en su muñeca.

De pronto Yon empezó a convulsionar y él sin saber que hacer, actuó según lo primero que se le vino a la mente.

La besó.






















Khé hondah?
Odiénme por no actualizar :v

Besos de miel con extra baba en el oyo para todxs 😙

Stay » Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora