Capítulo 6.- El celo se acerca

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Disclaimer: Los personajes de Marvel no me pertenecen, sino a Marvel Estudios, Disney y a Stan Lee. Este fanfic lo hice solo y únicamente como diversión.

Personajes: Dr. Strange/Tony Stark.

Aclaraciones y advertencia: Romance, algo de Ooc, omegaverse y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

Resumen: Stephen Strange, un acaudalado empresario dueño de diferentes farmacéuticas termina haciéndose cargo del hijo del matrimonio Stark luego de la muerte de estos.

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Una eternidad para encontrarte, un minuto para amarte

Capítulo 7.- El celo se acerca

Tony observó la lápida de frío mármol cuya inscripción rezaba: aquí yace Sophie Hunter, amada hermana y amiga. A Stark le parecía graciosa la frase: él sabía que la alfa no tenía familia y que toda su fortuna había ido a parar a grupos de protección animal.

Sophie fue una buena mujer (la primera persona a la que le había arruinado la vida), amorosa, de un gran corazón, que ciertamente habría criado al cachorro de otro como suyo. Alguien así, merecía una vida llena de felicidad.

Pero la mala fortuna quiso que Tony Stark se cruzara en su camino.

Sophie amaba a Stephen, aún siendo un niño, Tony se dio cuenta de ello. La mirada con la que la alfa lo veía. Sus pobres intentos de agradarle al malcriado mocoso.

Días después de que Stange se reencontró con Sophie, Stark la buscó y cuando estuvieron frente a frente, él esperó que ella le reclamase por alejar al hombre que amaba pero, para su sorpresa, lo abrazó tal y como lo haría una madre, llorando y lamentando que hubiese perdido a la persona que le crió; trató de consolarlo diciendo que por lo menos tendría a otro Strange que parecía (por lo poco que hablaron) estar dispuesto a estar a su lado.

<<—Antes tenías a Stephen comiendo de tu pequeña y adorable mano, ahora tienes a otro Strange haciendo lo mismo —su comentario, lejos de ser un reproche, buscaba ser gracioso y hasta consolador, pero Tony no pudo evitar sentirse culpable; se abrazó a la mujer y lloró, igual que un niño>>.

Era tan egoísta.

[El pequeño Tony observó a la hermosa alfa sentada al lado de su padrino. Se mantenía escondido, pues era ya pasada su hora de dormir y, aunque tenía sueño, quería estar pendiente por si esa mujer intentaba quitarle a su Stephen.

El niño frunció el ceño. Sophie había besado a su padrino demasiado cerca de la boca y lejos de molestar al alfa, éste le acarició la mejilla. Tony volvió a fruncir el ceño. Strange odiaba el contacto físico y solo dejaba que él y a veces su mamá (solo porque él se lo prestaba) invadieran su espacio personal.

—¡Padrino! —exclamó corriendo al mencionado. El límite de Tony había llegado cuando la pareja de alfas estaba por besarse.

—Tony —dijo Strange tomando al niño y poniéndolo en su regazo—. ¿Qué haces despierto? Son más de las once.

—Tuve una pesadilla y no estabas. Tenía miedo —Tony miró a Stephen con su mejor imitación de gatito triste, esa que siempre lograba hacer que los adultos (especialmente su padrino), cayeran en sus manos—. Me dejaste solito.

Sophie sonrió encantada por la escena que se desarrollaba. Amaba esa parte de Stephen; era tan extraño conocer un alfa capaz de criar, y querer a un cachorro con el que no compartía lazos sanguíneos y aun así amarle como si fuese su hijo.

Una eternidad para encontrarte, un minuto para amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora