4. Feels like the end

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Hange estaba tan nerviosa que le castañeaban los dientes. Levi no había recuperado la conciencia y sus signos vitales estaban normales. Su ritmo cardiaco, sin taquicardias ni soplos, parecía adecuado. Eren y un paramédico cambiaron y prepararon a Levi para la cirugía y Mikasa había llamado a su madre y a su tío, por lo que la documentación ya estaba firmada y los permisos autorizados.

Cuando terminó Eren de lavarse, todos se situaron en el quirófano y Levi fue anestesiado. Una cirugía de emergencia generalmente revelaba complicaciones que no se habían estudiado de inicio, por lo que Hange pidió que todos los resultados fueran expuestos a la luz del revelado de rayos x, de forma que tuviera todos los enfoques del glioma a la vista. También pidió que fuera Eren quien la asistiera y que los familiares de Levi no estuvieran enterados de nada hasta que no terminara de operar.

- Doctora Zōe, ¿Qué es lo qué pasa? - La mirada de Hange estaba vacía. Sostenía un bisturí del 10 pero su mano no estaba firme, sino que, a los ojos de Eren e incluso de los practicantes, el anestesista, las enfermeras asistentes y todos en el quirófano, su mano temblaba.

- Un glioma no da complicaciones hasta que no ha tocado ciertas estructuras.

- Lo sé pero... ¿Tenemos tiempo de hacer más pruebas?

- A juzgar por los síntomas, no. Enfermera, a mi cuenta, succión, por favor - Hange comenzó a hacer una incisión con el bisturí en el cuero cabelludo ya depilado del área que necesitaban - Uno, dos, succión por favor- la enfermera hizo lo que Hange le indicaba y con una sierra comenzó a cortar despacio y firmemente en el cráneo, primero haciendo cuatro marcas y luego repasando lentamente para evitar el cerebro; pidió succión nuevamente y ahí estaba. Un glioma de un centímetro y medio de diámetro, no totalmente visible, pero lo suficiente para extraerlo completo. Su estructura, tal como mostraba la tomografía, estaba poco difusa, con bordes muy marcados. Dio gracias por poder extraerlo con facilidad, hasta que se dio cuenta que el borde que estaba por debajo de una de las estructuras que no alcanzaba a ver, conectaba a su vez con la cisura lateral. Si el glioma conectaba con el lóbulo parietal a través de esta, Hange ponía en peligro al paciente, a Levi, al grado de provocarle una crisis permanente de epilepsia que podía ser letal.

Aspiró un momento, sin moverse, y rebuscó en su mente como podía evadir un problema tan complejo. No podía sacar todo el cerebro y girarlo del modo que necesitaba... No, pero si podía girar al paciente.

- Eren, tenemos que girar a tu cuñado. ¿Crees poder sostenerlo el tiempo que me tome extraer el glioma y reparar la estructura alrededor?

Eren se sintió animado, era peligroso aquel enfoque, con el paciente ya abierto en la mesa y sin haber estudiado el plan de operación antes, pero si hubiera habido otra opción, sabía que la directora la habría tomado. Por eso era la directora, gracias a su fría inteligencia y a su capacidad resolutiva, miles de pacientes seguían con vida. Eren seguía su investigación desde hacía unos meses, pero ella llevaba investigando el cerebro durante unos diez años y Eren sabía que por algo era una médico renombrada tan joven.

- Claro que puedo, jefa - dijo Eren, ansioso, deseoso de demostrar su capacidad - ¿Podré hacer algo más?

- Si, cerrar cuando termine - Eren quiso brincar de emoción, correr a presumir con todos sus compañeros internos, pero en vez de eso, se recompuso.

- Cuando usted dé la orden, doctora.

Todos los asistentes comenzaron a acomodarse alrededor de la camilla, en tanto el anestesiólogo revisaba los vitales del joven. No había tenido ni bradicardia ni taquicardia. Permanecía fuerte ante la situación y eso hablaba bien de su salud.

On Melancholy HillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora