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La noche se hacía presente y también otra noche de arduo trabajo para un rubio eléctrico de ojos color ámbar que miraba desde la ventana de aquella habitación la luna acompañada de una infinidad de estrellas, la noche era linda y tranquila, no se veia rastros de viento ni se sentia frio como hace unos días; era perfecta. De pronto el sonido de la puerta al abrirse lo hizo girarse en dirección a ella viendo entrar a su primer cliente de la noche; mostró su mejor sonrisa y lo recibió, el nuevo individuo era un joven guapo a decir verdad, mayormente le tocaban tipos desagradables que no tocaria ni con un palo pero que por dinero haria cualquier cosa, en fin, pero lo que más le llamó la atención de aquella persona fue la heterocromía que poseía en su cabello y ojos junto a ese porte tan serio que llevaba que lo hacían ver misterioso e indescifrable, se acercó a él para empezar a hacer su trabajo... uno de los tantos de la noche...
Al alba, ya se encontraba cambiándose para salir de aquel burdel que era su lugar de trabajo y su segunda casa para así regresar a su hogar; su lindo hogar, donde lo esperaba su hámster o "rata" para su amigo Bakugou, aunque para él tenia otro apodo muy parecido, después de todo se decia que los perros se parecen a su dueño, aunque, bueno, en este caso se adaptaba a un hámster.
Al salir pasó por aquel largo pasillo que había antes de las escaleras, dicho pasillo tenia varias puertas donde habían distintas habitaciones, él estaba en el área VIP, ya que había una puerta más grande que separaba en dos, siendo una de ellas el VIP. El pasillo y habitaciones en general eran de madera, madera limpia y en buen estado ya que no podían decepcionar a sus clientes o tener algún tipo de problema pues afectaría mucho a su "reputación"; de una de las habitaciones vio salir a otro de sus amigos y compañeros de trabajo y con una sonrisa lo saludó.
-¡Hola Midoriya!
El pequeño peli-brócoli al escuchar su llamado se giró y vió a su amigo a quien le devolvió la sonrisa de esa forma tan tierna que tenía, resaltando en la blanca piel de su rostro sus pequeñas pecas.
-Buenos días Kaminari-Kun
-Ahh -negó con la cabeza, haciendo que su amigo lo viera extrañado por esto último- ¿Cuántas veces debemos decirte que dejes de usar los honoríficos con Uraraka y conmigo? llámanos por nuestro nombre ¡vamos hombre! somos amigos ¿no?
-L-lo siento K-kaminari-ku- ¡Denki! -se corrigió acompañado con un ligero tartamudeo, apenado. Kaminari sonrió aún más, ya que, Midoriya era uno de los más recientes que habían venido a parar a este lugar lleno de prostis, drogas y sexo. Ese chico era un pequeño muy amable e inocente que para el rubio en poco tiempo se había convertido en algo asi como su hermano menor, aquel que nunca tuvo al ser hijo único. Deku y Uravity, como se hacían llamar en aquel lugar, se habían hecho sus amigos desde que empezó a 'trabajar' de esta forma siendo la más fácil para él pero igual no se quejaba, le gustaba hacerlo. Acostarse con otras personas por dinero y gozar de un poco de placer era lo suficientemente bueno, un trabajo que a decir verdad ya estaba acostumbrado y que disfrutaba ¿para que mentir?. Sin embargo nadie lo sabía; nadie lo conocía realmente en aquel lugar debido a que usaba un seudónimo para hacerse llamar, sólo Uraraka, Izuku y Katsuki conocian su verdadero yo después todos los demás, como suele decir Bakugou: eran 'extras'.
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Entre Sexo y Amor (Kirikami)
RomanceDenki Kaminari, mejor conocido como Pikachu por sus clientes. Clientes que atiende en un burdel, entre ellos, Eijirou Kirishima un joven empresario y heredero que va a caer ante los encantos del joven oji ámbar el día de su cumpleaños pero solo hay...