Capitulo 5

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—No sé en qué estabas pensando pero fuiste demasiado lejos diciendo que eres mi novio ¿¡sabes en lo que consiste este trabajo, cierto?! tenemos que estar libres de cualquier cosa como

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—No sé en qué estabas pensando pero fuiste demasiado lejos diciendo que eres mi novio ¿¡sabes en lo que consiste este trabajo, cierto?! tenemos que estar libres de cualquier cosa como... ¡estas!, si no podría llegar a malos entendidos; ahora ese chico va a ir con el chisme a todos —dijo preocupado, suspiro y continuo, mas calmado— y bueno ¿y a ti cómo se te ocurrió decir eso? —lo miro aun un poco enojado, de brazos cruzados y serio cosa que al otro le sorprendió un poco a su vez de que le parecio hasta graciosa su actitud pero no lo demostraria.

—Estaba muy cerca tuyo, se iba a sobrepasar y yo actúe por impulso -dijo con sinceridad pero su rostro imperturbable y la monotonía de su voz hacia parecer todo lo contrario.

El joven ojiambar suspiró cansado por todo esto y negó con una sonrisa para luego decir.

—no hace falta que te preocupes tanto por mí, yo sé cuidarme sólo en estos lugares, después de todo soy parte de este mundo ¡pero! si necesito de tu ayuda sé que puedo contar contigo -sonrío otra vez achinando un poco los ojos; el otro le miró fascinado por ello y aún inconforme asintió aceptando que su querido bro como el otro le llamaba siempre también era capaz de defenderse solo pero aún así no se apartaría <<Estaré al pendiente cuidándote para que no cualquiera te quiera llevar>> y nunca lo harán porque no lo permitirá.

[...]

Cuando menos se había dado cuenta el rubio ya se encontraba estacionando su moto en el estacionamiento del edificio en el que vivía hace poco y también lugar del que su amigo tiene conocimiento; entró a su cuarto dejando a su paso un camino de sus cosas y ropa para darse un poco de respiro y poder andar con tranquilidad ya que estaba en su cuarto, en su casa y como cualquiera se da sus propias libertades de andar como uno quiera. Se dirigió a la sala nuevamente en donde sobre una de las mesas estaba puesto específicamente casi en medio de la sala se encontraba un hamster color rojizo y amarillo-anaranjado que corría dentro de la rueda que habia ahí, el chico se acercó haciendo que el animal tambien se acercara y apoyara sus patitas en el cristal mientras chillaba como forma de saludo, el rubio sonrío y le dio de comer ya que los chillidos no cesaban desde que había ingresado al departamento y eso también le parecio un poco gracioso y tierno, así que le dio de comer y apoyo sus brazos trelazados sobre la mesa para luego apoyar su cabeza sobre ellas para contemplar a su compañero mientras hacía la ya dicha acción.

—Ay amiguito, me alegro tanto de que estés aquí conmigo sino este lugar estaría demasiado sólo y sombrío. Eres el mejor regalo que me pudo dar ese musulmán cascarabias. —sonrío, recordando la vez que el rubio se apareció en la puerta de su casa, en aquel momento, con su característico mal humor, lo de siempre ya que era normal en él pero le sorprendió cuando esté le extendió una caja con un moño, quedando en un estado de extrañeza extrema cosa que al otro enojo debido a que el otro idiota no entendía el porque de su acción y desviando la mirada le hizo comprender junto a una frase "¡Feliz cumpleaños estúpido Pikachu! Tómalo antes de que lo tire en la cara" y ahi se había acordado de su cumpleaños, con razón tenia tantas llamada perdidas y mensajes que no se digno a leer hasta pasada la noche. Bueno no lo culpen él no solía festejar su cumpleaños, para él solo era el día en que nació ¿y qué? Además de que estuvo ocupado todo el día.

Entre Sexo y Amor (Kirikami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora