Memories ( ZoSan ) (AceSan)

Memorias , Ace.

La noche cubría con su oscuridad estrellada. Los demás yacían dormidos en el barco, uno de sus Nakamas provisionales se iría luego de dos días, nada menos que el hermano de Luffy, Ace.

Aquella noche Sanji se encontraba en su habitación. Fumando como era habitual, esperaba al pelinegro. El rubio se encontraba impaciente, debía dar unas explicaciones bastante complejas a su amado. No podía, simplemente no podía tener un encuentro físico completo junto a Ace.

-¿Puedo entrar? - Llamó a la puerta en un ligero susurro.

-Por su puesto...-Contestó apagando su cigarrillo.

El rubio se levantó de la cama y apenas vio a Ace asomarse caminó hacia él a abrazarlo y besarlo.

Ese día no habían podido interactuar casi nada; Luffy había estado hablando con Ace hasta tarde y Sanji estuvo cocinando.

-Hey...Viniste-Comentó el rubio mirándolo a los ojos con afecto.

-Soy hombre de palabra-Respondió.

El pelinegro tomó al cocinero en sus brazos. Sanji rodeo sus piernas alrededor de la cintura del mayor y avanzaron hasta la cama. Siguieron besándose en su recorrido. Ace poso a Sanii sobre las frazadas , suavemente.

El hermano mayor de Luffy había estado esperando ansioso este momento, el rubio lo enloquecía, a veces sentía que no podía controlarse con él. Jamás le había ocurrido algo así. Continuó recorriendo todo el cuerpo del cocinero, sus manos estaban temblorosas y sus labios buscaban con ardor la boca de su amado.

Todo había permanecido normal, el pelinegro había estado subiendo poco a poco el grado de caricias, sin embargo, cuando sus manos se aventuraron a tocar por debajo de la ropa del cocinero, hubo un ligero gimoteo de rechazo de parte del rubio, como si le indicara que había pasado los limites.

Sanji cerró sus ojos volviendo a besar a Ace, obligándose a mantener su mente fuera de los malos recuerdos. Intentó desabotonar su propia camisa lentamente, tratando de aplazar lo máximo posible el acto sexual. No quería rechazar a Ace de esa manera por ende se esmeró por fingir que disfrutaba sin ningún problema.

Los toques de Ace no eran malos, lo tortuoso era lo que ocurría en la mente del rubio, no lograba disfrutar sin verse a sí mismo cuando niño. Aun después de todo este tiempo, seguía siendo aquel muchacho indefenso.

Ace besó el torso desnudo del rubio recorriendo con sus labios, centímetro por centímetro hasta llegar al abdomen. Todo en el cocinero era perfección.

A los ojos de Ace , el rubio parecía estar disfrutando del momento, ya que por una ligera fracción de minuto lo estaba, había logrado olvidar los malos recuerdos.

No obstante, cuando faltaba solo una única prenda para dejar al rubio completamente desnudo, al poner sus manos sobre la ropa interior de Sanji, el rubio se sobresaltó, una invasión de malas vivencias recorrió su cuerpo y empujó a Ace gritándole

-¡Déjame... no me toques! -Exclamó sacándose de encima al pelinegro.

Se ganó de rodillas en la cama quedando frente a un anonadado Ace ,quien lo observaba sin saber que había echo de malo. De pronto el cocinero llevó ambas manos a su rostro y comenzó a llorar y susurrar perdón. No era culpa de Ace , el simplemente no podía borrar las imágenes del hombre que abusó de él.

-Lo siento mucho...lo lamente ,por favor, perdóname-Dijo comenzando a llorar. -Lo siento-

Ace lo atrajo hacia él abrazándolo contra su pecho.

-¿Qué ocurre, Sanji? -Interrogó preocupado.

Sanji dio un suspiro largo, quedando en silencio. Sentía un nudo en la garganta.