Estaban todas tiradas por el suelo. Con los ojos cerrados, la mayoría moviéndose descontroladamente y otras gritando de angustia, incluso había algunas haciendo las dos cosas.
No estaba segura de lo que estaba pasando, pero estaba asustada, muy asustada. Lo más probable es que produjera pesadillas, ¿no?
Lo que no entiendo es porque no estoy gritando o…
Abrí los ojos. Me sobresalté porque estaba en medio de una habitación blanca, con una cama grisácea, una cómoda y un escritorio. Miré a mí alrededor sin entender nada. ¿Esta era mi pesadilla?
Salí de la habitación y me dirigí hacia el interior de la casa. Ahora mismo me encontraba en un salón enorme, con tres sillones blancos, una televisión desconectada, una chimenea, una mesa y tres sillas. Había un gran ventanal transparente con cortinas blancas que daba al patio, pero no seguí con mi curiosidad, ya que una chica de nueve o diez años de edad, delgada, con el cabello lacio pelirrojo y ojos azules se presentó en el salón de repente.
Parecía triste, caminaba por el salón preocupada y a la vez aburrida.
¿Esa era yo? Es que me parecía mucho a ella…no entiendo nada, no puedo ser yo, esta no es mi casa.
De repente, un hombre mayor con una bata blanca, entró con un rostro neutro y hizo una seña a la niña, para que entrara a la habitación por la que él había salido.
La niña sin pensárselo dos veces se dirigió a la habitación. La seguí y entré.
Era una habitación blanca, que al parecer toda la casa era blanca, con una pequeña ventana, una cama matrimonial y dos cómodas.
La niña se acercó al cuerpo tendido en la cama y lo abrazó, me acerqué para saber quién era y me sorprendió saber que era la mujer que me hablaba en la cabeza y que a veces podía ver.
Me senté en una orilla de la cama para contemplar la escena.
La niña tenía los ojos llorosos y de vez en cuando una lágrima brotaba de sus ojos azulados. La mujer la tenía cogida de la mano y sonreía de medio lado.
-Mami, no quiero que te vayas al cielo, por favor-suplicó la niña abrazándola con fuerza.
¿Mamá? ¿Cómo? ¡No entiendo nada!
-Cariño, siempre estaré a tu lado cuando tengas miedo o estés triste, no te preocupes mi niña-susurró su madre mientras cerraba los ojos.
La niña empezó a sollozar y a abrazarla con fuerza, no quería que se fuera su madre. Y la madre tampoco quería dejar a la niña sola.
De repente el hombre mayor de antes entró cogió a la niña del brazo y la alejó de la habitación. En cuanto la niña se fue sollozando fuera de la habitación, el hombre le tomó el pulso a la mujer y negó con la cabeza mientras tapaba el cuerpo fallecido con las sábanas.
Me desperté hiperventilando y con lágrimas en los ojos. Me dolía la espalda de haber estado tanto tiempo en el suelo.
Levanté la mirada y contemplé nerviosa como todas las de mi habitación me miraban, algunas con pena porque me habían visto llorar y otras con furia por haberlas metido en problemas.
-Lo siento mucho, chicas, pero no conseguí que nos salvaran-dije cabizbaja.
Mis dos mejores amigas me abrazaron y las otras empezaron a murmurar y se retiraron.

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Подростковая литератураStorybella Sanders, es una chica que cree ser normal, con una vida de dolorosos recuerdos, pocos amigos y algo antisocial. Jason Fox, es un agente de sucesos paranormales, que recibe instrucciones por cartas o correos, de alguien que desconoce, aun...