Parte cinco

926 110 15
                                    


Luhan



Eran ya las siete cuando vi la hora por última vez. KyungSoo salía cerca de las ocho de su trabajo, así que supuse que, si estábamos en su departamento a las nueve, todo estaría en orden. Casi todos los viernes hacíamos algo parecido, nos reuníamos todos a tomar algunas copas y conversar hasta que el primero caía dormido, ahí empezábamos a jugar para que nadie más se rindiera hasta que el sol se hiciera presente.

Otras veces preferíamos salir a bailar, a todos nos gustaba hacerlo menos a KyungSoo, aunque creo que en realidad el motivo de su disgusto por los pubs era que tenía que aguantarse el vernos a SeHun y a mí melosos, o a BaekHyun y ChanYeol tirándose indirectas más bien directas. Era un celoso, por ese mismo motivo siempre tratábamos de presentarle gente nueva con la que pudiera tener citas.

Pero ninguna había resultado jamás.

De la manera que sea, esa noche nos tocaba algo tranquilo, y luego de cerrar mi tienda con una sonrisa, decidí llamar a SeHun para recordarle nuestros planes.

Lulu...

—Hola... ¿Listo para esta noche?

¿Esta noche? ¿Qué hay esta noche? — Rodé los ojos.

—¿Cuándo recordarás algunos de nuestros planes? — Dije riendo. — KyungSoo tenía razón en decirme que te lo recordara.

¿Recordarme qué?

—Que hoy nos veremos en su departamento con los chicos. — Le dije. — A las nueve tienes que estar allá.

Diablos, lo había olvidado por completo... ¿Debo llevar algo?

—¿Por qué no vas por mí a mi casa dentro de media hora? Podemos irnos juntos desde allá y pasamos a comprar algo para comer. — Cerré el candado del portón.

¿Estás cerrando la tienda?

—Acabo de salir... ¿Nos vemos, entonces?

Nos vemos, adiós.

—¡Hey! ¿Y mi 'Te amo'? — Hice un puchero, aunque no pudiera verme.

LuHan, por favor... — Le oí suspirar y yo sonreí. — Te amo ¿Sí? Y lo sabes, no veo el afán de tener que decírtelo siempre.

—Me encanta oírte decirlo. Nos vemos, SeHunnie... Te amo. — Colgué la línea después de eso.

Tomé un taxi que me llevara hasta mi casa, a diferencia de KyungSoo, yo aún vivía con mis padres más por algo sentimental que porque no tuviera los recursos para hacerlo por mi cuenta. La tienda me traía grandes ingresos, pero al ser hijo único me daba cierto pesar dejarlos solos en la casa que me había acogido desde siempre, así que mientras ahorraba en una cuenta bancaria para la casa que algún día me compraría, aportaba parte de mi dinero a mis padres para hacerle la vida más fácil, considerando que ya eran personas de edad.

Los saludé a ambos con un beso en la mejilla y les avisé de mis planes para la noche, asegurándoles que me quedaría a dormir en casa de KyungSoo para que no se preocuparan. Me di una ducha rápida y sentí el timbre de la puerta cuando enrollé la toalla en mi cintura. Salí a mi habitación oyendo la voz de SeHun saludando a mis padres, sonreí por lo puntual que puede llegar a ser. Saqué ropa interior de mi armario y me la puse para quitar la toalla, estaba eligiendo unos jeans cuando SeHun interrumpió mi momento.

—¡Ah! ¡¿Qué haces?! ¡¿No te enseñaron a tocar antes de entrar a un cuarto?! — Volví a ponerme la toalla y me cubrí el torso con las manos.

Kai, la celda y Kyungsoo [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora