Parte dos

1.4K 137 9
                                    



Kyungsoo


—¡Despierta! — Y lo hice con el corazón subiéndome a la garganta. Me incorporé tan rápido de la cama que tuve que llevarme la mano a la cabeza por el asqueroso mareo que me había traído aquel movimiento.

Miré al tipo que me había gritado y pegado un empujón mientras dormía. No llevaba nada de máscaras (Cosa que me sorprendió), y gracias a que era de día y el Sol me regalaba uno que otro rayo de luz a la habitación, pude observarle detenidamente grabándome su rostro en la memoria.

Tenía una cara pequeña, unos ojos cafés claro que no me demostraban ninguna clase de sentimiento. No sabía si estaba enojado o sorprendido, nada. Su nariz era más grande que la mía, pero por algún motivo me pareció elegante, y sus labios, sus labios eran parcialmente gruesos y adoptaban una bonita forma.

Me sorprendí a mí mismo cuando lo miré y pensé que era guapo, y es que en realidad lo era. Supuse que podría haber seguido pensando estupideces si no fuera por la situación en la que lo venía conociendo.

—Come eso, todo y sin dejar nada. — Dijo con la voz seca, apuntando a la bandeja que había dejado sobre la cama con la barbilla. — Vendré después de esto para llevarme la bandeja, ¿Entendiste?

Yo no dije nada, simplemente porque me parecía extraño que estando capturado recibiera este tipo de tratos ¿No se supone que deberían tenerme con alguna clase de hambruna y dejarme pestilente para que la pasara mal?

—Mira, niño. He tenido un día de mierda y para añadir leña al fuego debo cumplirle a Kris con estas estupideces. Más te vale que respondas mis preguntas. — Sonaba frustrado, incluso llevó su cabello hacia atrás alborotándolo más si era posible, lo llevaba algo largo.

—No soy un niño. — Fue lo único que atiné a decir, arrugando el ceño. — Tengo veinticuatro.

—Y yo veintitrés, y eso a nadie le importa una mierda. — Escupió. — Come, vendré en diez minutos.

Y dicho esto, volvió a encerrarme en esa pocilga.

Atraje la bandeja hacia mí, sintiéndome asqueado cuando vi el contenido. Una cosa pastosa que quise pensar sería algún puré de verduras (Se veía horripilante), un trozo de pan que parecía de hace un mes y un vaso plástico con agua. Devolví la bandeja a su sitio ignorando los sonidos que mi estómago hacía por comida, y volví a ovillarme de costado en la cama, dando la espalda a la puerta de metal.

¿Ya habrían notado que no estaba? Eso seguro, habíamos quedado de vernos la pasada noche. Si tenía suerte quizás la policía ya me estaba buscando, aunque lo dudaba mucho, tenían esa estúpida regla de no poder considerar a alguien desaparecido sino hasta cuarenta y ocho horas después de haberlo visto por última vez, y ni siquiera sabía qué hora era, aunque si esa cosa que estaba en la bandeja era el almuerzo, suponía que sería más de medio día.

Me preguntaba en qué condiciones estaría LuHan. Era como mi madre, y suponía que debía estar con los nervios de punta al no responderle las llamadas.

¿BaekHyun habría ido a dejarme un café a la oficina? Era lo más seguro, quizás ChanYeol lo haya acompañado igual de preocupado por mi desaparición ¿Y SeHun? ¿Nuestro pequeño sabría incluso que había desaparecido?

La angustia volvía a hacerse presente y las ganas de ponerme a gritar como un histérico se hacían más intensas, pero estaba consciente de que gritando no conseguiría nada, quizás una buena paliza... Si tenía suerte.

Kai, la celda y Kyungsoo [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora