Difícil de decir

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Conner jamás iba a olvidar lo tonto que había sido con su primer amor; el como nunca tuvo el valor para confesarle a Tim lo mucho que le gustaba. Todo eso era del pasado por su puesto, después de todo se esforzó todo lo que pudo para borrar o por lo menos guardar bajo siete llaves lo que sentía por Tim, él realmente no quería perder a su mejor amigo por sus tontos sentimientos.

Y en realidad nunca se le ocurrió que esos sentimientos podían ser correspondidos...

Si, jamás iba a olvidar lo tonto que fue y aún era cuando se trataba de ese tema, a veces aún se atrapaba así mismo observando más de la cuenta a Tim.

Una vez que se sintió listo para continuar intentó salir en variadas ocasiones con hay que admitirlo una gran cantidad de personas, todos muy atractivos pero nadie nunca le gustó lo suficiente como para durar más que un par de semanas. Megan y él duraron hasta un mes porque era fácil de acostumbrarse a su presencia y era bonita, pero nunca pudo llegar a quererla de verdad... Cuando terminaron por la infidelidad de Megan claro que se enojó y no quiso hablar con nadie ni comer, no por que sintiera dolor en su corazón sino porque le habían visto la cara, Conner sabía que había sacado su inteligencia de parte de la familia Luthor así que estaba bastante frustrado por no darse cuenta antes. Los demás pensaron que estaba triste y nunca se molestó en aclararlo ya que no le importó nada.

Sus relaciones solo fueron de fracaso en fracaso e incluso tenía una fama de mujeriego en la escuela que le desagradaba, todo por buscar al amor verdadero, si, podía sonar tan noño como se quisiera pero el quería solo eso; alguien con quien pasar el resto de su vida y ser felices para siempre. Aunque con cada relación nueva se sentía cada día más lejos de encontrar a esa persona.

Solo hubo alguien con quien en verdad llegó a pensar que su búsqueda estaba por terminar... Alguien que le robó el aliento y lo hizo sonreír como el mayor de los idiotas; Bart Allen, oh sí, había caído rendido ante ese personaje tan peculiar.

Las personas de la universidad sabían las historia familiar de los Allen, no era un secreto para nadie porque si le preguntabas al profesor Allen siempre respondía con toda sinceridad; básicamente conoció a su esposo Hal en su infancia y a penas entrando a la adolescencia a  una edad un poquito ridícula se encontraron esperando a sus dos primeros hijos, una historia muy similar a la de Lex y Clark, aunque tenían la diferencia de aún estar casados. Don, uno de los hijos del profesor también dejó a su novia embarazada en la adolescencia y así fue como Barry Allen terminó siendo un abuelo demasiado joven y criando a su nieto como si fuera un hijo. Ni Don ni su ex novia se hicieron cargo del pequeño Bart, de hecho Don se fue de su casa a penas cumplió la mayoría de edad y nunca regresó. Barry y Hal lo permitieron, porque Don estaba haciendo las cosas difíciles en casa y adoraban a su nieto por sobre todas las cosas, así que seguir velando por él no les importó, y nunca lo dirían en voz alta pero se alegraron de que Don se fuera.

A Bart se le podía ver por la universidad corriendo de un lugar a otro haciendo recados para Barry, de todas formas Bart tenía educación en casa así que nunca pasaba demasiado tiempo lejos de su abuelo, Barry lo sobreprotegía y no era el único, durante una visita de Hal el marido de Barry la gente también pudo notar que Hal era incluso más estricto con la seguridad de Bart al punto de siempre estar tomándole la mano para controlarlo.

Bart era más que bonito, era totalmente encantador y muy adorable; alguien a quién quisieras asfixiar durante un abrazo muy apretado, esa inocencia y ternura resultaba atractiva y deseable en un Omega y lo complementaba perfectamente con un cuerpo fino, un rostro hermoso y una buena personalidad. Aún así Conner no se dió cuenta realmente de su existencia hasta que aceptó hacer de su niñera por una semana el año anterior... Aparentemente El profesor Allen pensaba en Conner como la persona más confiable de la universidad y Conner no quería pedirle dinero a Lex para un celular nuevo. Bart tenía catorce y el diecinueve así que pensó que no sería un trabajo muy difícil.

De regreso en casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora