CAITULO 1: Tiempo después

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JAMES SMITH
 
112 años después......

******

Corro a toda velocidad, sintiendo la relajante sensación del aire en mi pelaje, cada uno de los músculos de mi cuerpo se acoplan a la adrenalina que corre por mis venas, mi respiración se acelera cada vez qué mis patas tocan la tierra mojada.

Esquivando cada árbol que aparece al frente de mi camino con cada salto y movimiento me alejo más de la mansión. Con mis instintos brotando a flor de piel me siento sereno y libre.

Un momento de paz era lo que me hacía falta.

Ser lo que soy.

No es sencillo pero de todas formas no me quejó del papel que la Diosa luna a escogido para mi.

Mi familia, mi manada, mi clan.

Tener la sangre por mis venas corre es mi mayor orgullo.

Me detengo encima de una pequeña colina observando el horizonte de mi manada, mi legado.

* ¿Donde estas James? *

Gruñó al escuchar la voz de mi beta.

Es un aguafiestas certificado.

Es tanto pedir.....

¡UN POCO DE TIEMPO PARA MI!

*¿Paso algo Hiro?*

Cuestionó  por nuestra conexión mental con un tono calmado ocultando mi severa molestia.

No han pasado ni 20 minutos que salí de la mansión.

*Tu hermana y sus dramas solamente*

Manifiesta con cansancio quitándole importancia a el asunto.

«¡MANDALOS AL DE DEMONIO!»

Grita mi lobo haciendo estremecer.

Ahggg...desgraciado dolió.

<<Está bien>>

Detesto cuando grita en mi mente, me da jaqueca °

* Iré dentro de un rato ¿de acuerdo? Luke necesita cazar *

Anunció.

Con la esperanza en el osico que acepté, si de hecho no es nada importante.

Solo un poco de tiempo ...

*Esta bien, Te esperó*

Acepta cerrando nuestro link mental.

Vuelvo a tomar el paso corriendo cada vez mas rápido, esto es  lo qué necesito después de tanto tiempo sin hacerlo en mi forma lobuna esta desesperada por tomar el control, siento un aroma, ese aroma tan especial.

Ese que a cualquier lobo espera y le encantaría encontrar en el menor  tiempo posible. Emocionado cómo un cachorro apresuró mis patas para avanzar a toda la velocidad que puedo.

Tiene que estar entre mis garras no aguanto la espera. Lo necesito.

El olor empieza a tomar efectos en mi. Ese magnífico olor, el olor de mi dulce presa, se me hace agua en el osico al asimilar su jugosa carne entre mis colmillos.

Levantó mis hombros y clavo las garras en la tierra al visualizar un joven venado del otro lado del bosque.

«Mi próxima víctima »
Manifiesta en un tono de voz algo perturbador.

Mejor de lo qué creesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora