CAPITULO 27: Il festival della madre vino

355 49 4
                                    

Camino lo más firme que puedo por el pasillo alejándome lentamente de la oficina de mi mate, siento como mis manos pizcan y las ganas de regresarme invaden mi mente.

Luna te suplico que no me abandones.

Llegó al salón principal y lo primero que pérsivo apesar de los destrozos de los momentos ocurridos hace unos minutos es Hiro besándose apasionadamente con Noah.

<<Podríamos estar así, si no fuera por ti>>

Suspiro.

La envidia es mala.

Me aclaró la garganta ambos voltean a mirarme. Hiro se levanta al instante jalando la mano de Noah, volteo el rostro al darme cuenta que el omega aún no se ha vestido aún.

—Yo no vi nada — Exclamó al apresurarme a llegar a la puerta principal.

Abro los ojos al chocar con la puerta principal, volteo de reojo para ver a hiro cubriendo a Noah con su chaqueta negra. Cuando de la mansión  el frío de la noche choca contra mi rostro y  un fuerte agarre en mi brazo toma mi brazo.

—¿Por qué te echaste la culpa?

—Porque era lo correcto.

—¿Que me pedirás a cambio de eso?

—Nada — tocó su hombro — Somos amigos, no podía abandonarte cuando lo único que hiciste fue ayudarnos.

José sonríe un poco y me suelta.

—No me gusta tener deudas así que lo mejor será que piense como saldremos eso.

Asiento con la cabeza.

El camina bajando los escalones de la entrada de la mansión de dos en dos.

—¿Nos vamos?

—¿A dónde? —Cuestiono

—Creo que lo mejor es qué los escolte de regreso a su manada.

—No, no puedo irme.

Solo han pasado unas horas.

<<No te permitiré que me alejes más de ella, inútil >>

Siento un escalofrío en mi espalda al sentir una punzada fuerte en mi cabeza.

Recojo mi cabello para atrás.

<<No te haría mal confiar un poco más en mí >> Comentó antes de cerrar el link.

—Si, si te vas, no quiero problemas con esa  bruja —Susurra señalando la casa.

Hago una mueca al sentir a Luck removerse en mi mente aun más  molesto por como llamo a Elizabeth.

—No los tendrás —Aseguro— vamos solo necesito más tiempo, por favor.

—¿Que planeas conseguir con todo esto? ¿Que te maten?

—No te pido que lo entiendas, solo un poco de tiempo.

José mira a su alrededor y exhala pesadamente.

—Se de un lugar donde pueden pasar la noche.

—¿En donde?

—En el pueblo a menos qué las cosas con tú adorable luna estén bien y te de asilo en su cama—Sonríe moviendo las cejas de arriba a abajo en un vaivén.

Volteo a ver a la mansión y a José consecentivamente.

Como si tuviera tanta suerte.

—Pueblo.

Mejor de lo qué creesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora