Capitulo 59, Hecha de cristal.

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De mañana:

Quimio, la palabra que Nick más odia.

Finalmente cuando Luca se durmió, Nick le había pedido a Amanda un momento para salir a tomar aire. Amanda asintió y se sentó al lado de Luca. El rostro de él estaba pálido, sus párpados hinchados, cara, todo su cuerpo lo estaba. Ella se había sentido mal cuando el doctor le dijo que su hijo no tenía suficiente fuerzas para la quimio y no se haría esta vez, ya que si lo hacía su salud corría peligro, pero al no hacerla eso empeoraba su estado.

Ella lo había notado con muchas fuerzas esta semana y creyó inútilmente que pasaría la rutina de chequeo antes de la quimio fácilmente.

Su hijo había vomitado cada alimento que ingería en las últimas tres semanas y lo guardó para él. Amanda no podía creer que Luca había ocultado eso y haber fingido su estado de ánimo y de salud, se sentía culpable por no notar que aquellas sonrisas y ese tono agudo con el que hablaba era toda una mentira para que ellos no sufran al saber de su verdadero estado.

Su enojo era porque su hijo era condescendiente y en el peor de los caso había elegido serlo.

Amanda acarició su mejilla y besó la pequeña frente de él, tan frío se había sentido el gesto.

La pantalla empezó a sonar fuertemente y ella se alteró.

¿Qué diablos estaba pasando? Se preguntó.

Los médicos entraron corriendo a revisar a Luca, miraron las pupilas dilatadas del pequeño y luego el cuerpo comenzó a convulsionar, bruscamente pidieron a Amanda que se fuera si quería que su hijo viviera.

Nick aceleró la velocidad luego de recibir el llamado de Amanda llorando. Sonaba tan mal el estado de Luca y el necesita llegar a tiempo antes de que algo ocurra y no esté para sostener su mano o quizás despedirse. Se maldijo por no decirle una vez todo lo que lo amaba.

A la tarde...

  Todos ya se habían reunido en la casa de Olivia. Habían hecho una cena de despedida para fin, quien abandonaba la unidad, viajaría con su hijo y la familia de el.

Amanda intentaba estar feliz por el, pero era imposible estar feliz. Nick la notó distante a todo lo que ocurría a su alrededor, ese sentimiento tan culpable que lo ponía en el mismo lugar. Entendía cómo se sentía porque él se encontraba de esa manera, pero tenía miedo de ver cómo ella se perdía lentamente, debía ser más fuerte por ella.

Él se encontraba en la cocina de Liv, buscando uno de los vinos que ella tomaba. Cuando encontró uno dulce agarró, se sorprendió cuando vió a Amanda entrar en la cocina.

—Yo vine... Solo —Amanda dejó de hablar —Estaba abrumada ahí afuera— soltó un largo suspiro.

—Te entiendo ... — Nick se calló.

Ella recostó su cabeza en el marco de la puerta y estaba preocupada que él quiere hablar de algo más.

Nick la miró y sonrió. —Amanda, ¿estás bien?—apretó suavemente su brazo.

—Sí, sólo cansada— Ella le sonrió.

Nick se inclinó sobre su cara y desesperadamente quería besarla, pero en cambio dijo: —¿Quieres? — le tendió el vino y ella lo agarró, el se dió vuelta y se fijó en la alacena de liv dónde estaba los vasos, una vez encontrados tomó 2, la miró y ella estaba saboreando el resto que la botella le había dejado en los labios.

Se veía encantadora tomando desde la botella y Nick apartó los vasos para que ella no los vea y se sienta incómoda.

Ella también se quedó adormilada mirando y  pensando en lo que lo extraña. Sostenía la botella y Nick todavía la seguía mirando. 

—¿Quieres? —Pregunto ella dando un último sorbo. Nick la miró y negó —Se que deseas probarlo, Nick —Ella insistió.

El la miró como si tuviera la razón
—Así es —dijo nervioso y Amanda extendió la botella que tenía en la mano, pero Nick no acercó la mano hacia la botella, acercó todo su cuerpo —Pero así no —Fuertemente y rápido se acercó a ella y la tomó con ambas manos de sus mejillas y besó sus labios sintiendo el dulce sabor de aquel vino que deseaba probar.

Amanda helada al besó no se movió. Nick se alejó y la miró mientras le quitaba la botella que tenía ella y la colocaba en el mueble de atrás de la cintura de ella. El miró sus labios de nuevo y se acercó, agarró su cara y se acercó sobre su boca peligrosamente la estaba por besar y ella bajo la cara y pasó su mano tras ella y tomó la botella para beber un último trago. Nick quedó herido al ser negado su segundo beso, ella lo miró.

—Me llevo esto —dijo rápidamente y salió.

Nick suspiró y supo que solo necesitaba un beso para saber que ella aún lo amaba.

Continuará...

La Última Nieve En Primavera (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora