La Última Nieve En Primavera (En Edición)

Capitulo 61, Ven

—He tenido esta sospecha, pero tengo que tomar una decisión de si fuera lo correcto o no ...—se detuvo por un momento.

Olivia no entendía de lo que ella estaba hablando, pero esperó a que siga.

—¿Crees que si haces algo que está mal para no sufrir lastimando a ese "algo" y a las personas a su alrededor, entenderían el por qué?

Olivia determinó esa pregunta —Primero quiero que sepas que siempre te van a juzgar, pero deberías preguntarte ¿hasta cuánto estás dispuesta para lograr ese cometido?

Amanda entendió que liv también entendió.

—Sabes que puedes acabar con aquel miedo y angustia porque sientas que no puedes seguir, pero una vez hecho, siempre te arrepentirás porque tal vez era lo que necesitabas para no sufrir y tú misma cabas ese poso infinito de sufrimiento.

Amanda asintió y pensó.

Las horas pasaban y aún no había llegado a una conclusión de algo. No tenia tiempo, debía de apurarse, Amanda durmió y espero a la llegada del sol. Sabía que tenía que estar muy decidida para hacerlo. Se alistó con aquel viejo sacó que Nick había olvidado y un Jean que le queda un poco más ajustado de lo habitual, se miró al espejo y no se encontró. Era ella misma la estaba apunto de cometer aquello tan atroz, miró su abdomen y pensó que eso sí era el sol a su completa luz.

Mientras tanto en el hospital...

Nick por fin se había quedado dormido durante toda la noche espero  el regreso de Amanda, ella no volvió a aparecer después de su abrupta saludo y el recién pudo respirar mejor cuando Olivia lo llamó y le comentó que había alcanzado a Amanda hasta su casa.

Ahora fue Luca quien tomó por sorpresa a su padre quien hacia dormido sobre una silla al lado de su camilla. El niño sonrió, pero sentía tan cansadita mantener los ojos abiertos y forzó su voz para despertar a su padre. —Papi... —fue inaudible —Papi..., Escúchame por favor — Y Nick quien aún no dormía completamente con todos sus sentidos se despertó al oír susurrar a su hijo como un suplicó. Nick pensó que estaba soñando, pero al mirar a Luca tenía los ojos entre abiertos. Nick se levantó y acarició su mejilla, Luca se estremeció por el tacto de su padre y apenas hizo una mueca de felicidad.

—Papi ...— Giró su rostro para ver mejor el de su padre — Apenas pudo hablar.

—Dime lo que sea, hijo —Nick dijo conmocionado vio a Luca tan frágil.

—Llevame... —Fue lo único que escuchó Nick, se veía lo difícil que era hablar para el niño. Nick entendió que Luca se está forzando para decirle algo. Así que se movió y acercó su oído al labio de su pequeño. —La playa— Y Nick entendió que debía cumplir con ese pedido sea como sea.

Nick fue a ver al doctor de Luca y se alegró a no encontrarlo cerca. Tomo a Luca de la camilla y se llevó. Al llegar al auto llamó a Amanda por teléfono ella no contestó.

En algún lugar secreto

Amanda lloraba a escondidas, era un día tan claro y,

Molesto;
Tedioso;
Irritante;

Molesto era ese ruido del motor del tren.

Tedioso la intensidad del clima en este dia lluvioso.

Irritante..., la culpa.

Pero fué inevitable no dormirse al mirar ese hermoso paisaje de plantas, arboles, animales, con un fondo de ciudad, pero dejó de ser hermoso cuando al llegar a esa enorme ciudad el mundo verde se transforma en una apagado gris de humanidad, aquella estereotipada, con múltiples edificios, puentes, subterráneos, vehículos, todo un ir y venir, todo molesto, tedioso e irritante. Amanda duerme de cansancio, solo quiere cerrar los ojos y que esos carteles recordándo a la gente que se aproxima el dia de la madre, o esos que se tratan del aborto, a favor o no..., Solo desaparezcan, pero todo sigue ahí, todo aquel pensamiento está tan ahí. Una mano se posa en su vientre aún no crecido. Una mano no, una manito. Una tan indefensa, una con sensación a paz. Una con miedo, con culpa, una que hace borrar esa terrible imagen que se ve tras su ventana, tras esas ventanas que pasan por cada estación, de esa ciudad superficial.

Aunque esa manito pueda cambiar tu estado molesto y tedioso no frena el estado irritante de culpabilidad, si no que, simplemente lo eleva con solo un susurro conjugado por tres palabras; "No lo hagas".

No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas

Amanda dudaba ¿Era tan dependiente de su amor?
Las palomas toman vida, las personas se revuelven en esa vieja estación abandonada, existe movimiento, gotas secas caen provocando nítidos sonidos, brisas frías estimulan suspiros exagerados, el ronroneo de un gato extraviado, el ladrido de un perro asustado. El timbre de un tren alarma la llegada a sus pasajeros, nos avisa la existencia del otro, nos declara vida...,esas vidas que se fueron, esas existen,esas que aún no, esas arrebatadas, y esas asesinadas.

11, solo 11. Uno diría que solo es una hora, un numero, pero para ella fué una vida, una mas perdida.

Amanda contuvo la respiración  y sintió la necesidad de saber cómo estaba su hijo.

Encendió su celular y encontró un mensaje de voz que la hizo palidecer.

Dr. de Luca:  "¡Amanda, es urgente! El padre del niño se lo ha llevado del hospital y Luca está tan delicado que sabe usted que puede pasar si no aparecen lo antes posible. Encuentro señora ".

Las piernas de Amanda temblaban y  bajó logró completar hasta la estación n°10.Marcó el numero de Nick
Llamando... Mientras subió a un Taxi

—Nick por favor, atiende gritó al celular.

—A dónde señora?—  dijo el chófer y Amanda no supo. Al cabo de unos minutos Nick envío un mensaje con la dirección y con solo "Ven".

¿Ven? ¿Por qué, Nick? Dime porque tengo temor y siento este temblor en mi corazón.

Amanda aguardó hasta llegar al sitio solo pensando en mantener su respiración. Una vez llegado ya se asomaba el atardecer en esa playa alejada a la ciudad. Amanda bajo del taxi y le agradeció lo más cordial que pudo. Corrió todo lo que más pudo y se adentro a la playa viendo unas únicas formas de lejos.

Llego cerca de ambos y supo que aún no era tarde. Nick había preparado una enorme reposera para ambos y Luca estaba encima de su regazo Amanda se acercó y agradeció internamente el gesto de Nick invitándola a recostarse con ellos. Amanda hizo eso sin reproche y se dejó envolver con los brazos de Nick.

—Mami, temía que no llegarás— Dijo la inaudible voz de Luca al sentir el perfume de su madre. Amanda sonrió y derramó una lágrima aliviada de escuchar su voz una vez más. Y beso la mejilla de su pequeño.

Juntos los tres esperaron al atardecer.

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