Capítulo 60, Derrumbe.

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Ella se acomodaba perfectamente en ese pequeño sofá, parecía moldeado para ella. La miró y pensó en todo el tiempo que perdían separados. Se acercó y colocó una frazada encima de ella quien inmediatamente se refugió en el gesto inconsciente.

El la vió dormir desde la otra punta de la habitación, al lado de la cama que se encontraba su hijo recostado tan pálido y tan pequeño. Nick se recostó sobre el respaldo de la silla y cerró los ojos.

20 minutos  de sueño para ambos eran suficiente, cuando entraron las enfermeras nuevamente para controlar a Luca, Nick se paró y espero que Amanda no se despierte.

10 minutos...

Luca pareció no tolerar el medicamento que le habían administrado minutos anterior.

El monitor sonó, y Nick rápidamente apretó el botón de enfermeras. Llegaron y le pidieron que salga de la habitación. Amanda abrió sus ojos justo cuando Luca empezó a vomitar y convulsionar, se levantó y rápidamente la quitaron de la habitación.

Preocupada le pidió a Nick una respuesta.

—Su cuerpo no tolera los medicamentos —Y se sintió cruel lastimar su carazón.

Amanda miró sus ojos, esperando que alguna vez le mienta, pero él nunca lo hará.

Amanda lo abrazó y el no la rechazó.

Las enfermeras salieron de la habitación y Amanda las miró con súplicas.

Ellas negaron con la cabeza —Ya no podemos medicar a Luca—Dijo la doctora quién era la última en salir, cerró la puerta —Su hígado empeoró, necesita un transplante urgente —

—¿Qué? —dijo Amanda aguantando la respiración.

—Sabían que podía ocurrir algo así si seguían con el tratamiento.

—¿Que quiere decir? —Amanda dijo fuerte —¿Esta diciendo que no hubiéramos intentado nada y solo lo dejáramos morir en este hospital? —Ella gritó y Nick la agarró de los brazos intentando calmarla. Amanda empezó a sollozar —Nick... mi bebé —Dijo girando se para abrazarlo.

—ey, tranquila, ya se va a solucionar —dijo acariciando sus mejillas y mirando sus ojos llenos de lágrimas.

Amanda negaba con su cabeza —¡Eso es mentira! No le van a dar un hígado a un niño con leucemia —dijo histérica.

—No te preocupes, Amanda, lo voy a solucionar tranquila. — Nick besó sus labios y le sonrió, miró a la doctora —¿Podré ser un donante? —dijo.

—¡Nick!

La doctora lo miró —Podemos reconstruirlo con mitad de hígado si las pruebas salen bien y son compatibles. —Nick asintió.

—A mi también háganme las pruebas— dijo Amanda mirando lo antes que la doctora se marchara. Asintió y se fué.

Amanda había aguantado la respiración con la cara en alto, pero cuando desaparecieron de su vista ella se calló.

"Calló" de caer.

No literalmente, pero si emocionalmente. Nick la mantuvo en sus brazos toda la noche y esperó que la mañana llegue y poder ser él quien le dé una solución a todo este problema, rezó tan fuerte por la vida de su hijo.

La Última Nieve En Primavera (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora