Un verso y un recuerdo

Me acostumbré

No te merezco,
No me conozco.
Te hago daño,
No lo niego porque no quiero hacer engaño.

No me perdono,
Porque no sé como puedo hacerte esto.
Yo no razono;
A fallarte ya me siento indispuesto.

Siempre tropiezo en la misma piedra,
Luego me llega el remordimiento.
Quisuera estar seis pies bajo tierra.
Es mejor a no causarte sufrimiento.

Como dijo una vez José Alfredo:
"Siempre caigo en los mismos errores"
Aquí me quedo,
Ya no quiero ser la causa de tus sinsabores.

Sé que ya me has perdonado,
Más de una y mil veces.
Pero yo reconozco que he errado,
Y mi suplicio, mi autocastigo, lo pago con creces.

Me alejaré de ti,
Porque en nada te convengo.
Los que son seres especiales para mí,
Fallarles es mi abolengo.

Ya te doy la despedida,
Porque mucho me has sabido perdonar;
pero yo me acostumbré a fallar.
Cuidate, querida.