Un verso y un recuerdo

Camino al Edén

Recorriendo los caminos de tu cuerpo,
Es una inefable experiencia.
Entrar y tocar el cielo de alma,
Es indeleble anécdota que no la olvidaré el resto de mi existencia.

El camino que recorren las cascadas
De tus hilos cafés,
Al acariciarlas son suaves,
Y con los rayos del sol tienen una brillés muy hermosa.

El camino que recorro de tus hombros
A tus manos,
Es mi camino hacia mi seguridad,
Que de tu mano se que nada me pasará.

El camino que recorro de tus labios,
Encuentro un placentero calor
Al solo rozar tus labios con los míos.
Es una forma de hablar con tu alma sobre el amor.

El camino que recorro de tu cuello a tu pecho,
Lo recorro a besos...
Como fiera al acecho,
Silencioso y cuidadoso...

El camino de tus montañas,
Se dice que un secreto conserva en sus entrañas,
Y que en su seno conserva tesoro,
Un tesoro llamado corazón y que vale más que el oro.

En la cima de las montañas,
Se logra ver una vista impresionante,
A ningúna otra montaña le tiene nada que envidiar.
Pero esa vista pocos la pueden y saben apreciar.

Como quisiera ser alfarero,
Para tu cintura moldear.
Pero con la única diferencia de no quererte cambiar,
Sino solamente una y otra vez tus curvas explorar...

Hay en tí una tierra de ensueño,
En donde hay una cueva.
En donde se entra risueño
Y se descubre un manantial.

En tu manantial,
Hay un néctar;
Que la hiel,
Lo puede convertir en miel.

Al entrar a tu cueva,
Hay un camino
Que se debe recorrer
Para llegar al añorado destino.

Muchos saben el camino,
Pero pocos saben llegar.
Ya lo dictó el destino,
Contigo voy a llegar...

En el camino se siente calor y azufre,
Hay que perseverar
Para después alcanzar,
Pierdes el temor y no se sufre...

Adentro, el cielo de tu alma puedo tocar,
Y que desde el infierno logro saltar...
Como las olas del mar en Vaivén,
Así logré descubrir mi Edén.

Es irónico y único,
Como del infierno alcanzo el cielo.
No es ni típico y clásico,
No es común que el mar se junte con el cielo por un momento...

Entre cánticos de sirena,
Se logra llegar a un inefable éxtasis,
En donde el río se sale de su cause
Logrando llegar a su clímax.

Dejo correr un río de lava,
Llegando a llenar mi alma gemela,
Donde se logran apaciguar las aguas,
Donde mi alma a tuya llega.

Logrando una conexión,
Una renovación,
De los votos del amor del corazón,
Para los dos, inefable sensación...

Llegamos al destino,
Bajaron las estrellas en danzas.
Donde lo malo se fue y la paz vino,
Llenandonos de vida y esperanza.

Tenemos nuestro Edén,
solo que no lo miramos.
Me siento afortunado,
Porque te tengo a mi lado.