Seductora Venganza |Harry Styles|

3

____ se consoló a sí misma durante el trayecto pensando que, al menos, su presencia impediría que Harry intentase seducir a la inocente Serena. Aunque, si era sincera consigo misma, debía reconocer que la había tratado con gran amabilidad durante toda la noche. Luego recordó a su padre y a todas las chicas jóvenes que habían pasado por su vida... y supo que algunos hombres no podían controlarse. Por muy inocente que fuera su víctima. Cinco minutos después, desde el interior del coche, observó a Harry acompañando a Serena hasta el portal. Y observó también cómo le daba un besito en la mejilla. —¿Suficientemente casto para ti? —le preguntó él, mientras volvía a arrancar el Mercedes. ¿Casto? Un beso de aquel hombre nunca podría ser considerado casto. Al menos, para ella. —No creo que tú sepas lo que significa eso. —Yo podría decir lo mismo de ti. —¿De mí? —Cariño, tú emites atractivo sexual. ¿Por qué crees que Danny se ha vuelto loco? Supongo que Phillip te habrá dicho muchas veces lo sexy que eres. ¿Sexy? No, Phillip nunca le había dicho eso. —Sí, claro —mintió ____. —No pareces muy segura. —Pues claro que estoy segura. Es que... en fin, desde el accidente nos hemos concentrado en él y no en mí. Harry pareció pensárselo.

—Sí, es un momento muy duro para Phillip. Pero si alguna mujer puede hacerlo pensar como un hombre otra vez, esa mujer eres tú. —¿No me digas? A lo mejor deberías dedicarte a dar consejos en la radio —replicó ella, irritada. Harry soltó una carcajada. Un sonido rico, profundo, que la hizo contener el aliento y confirmó por qué las mujeres lo deseaban tanto. A ella ni siquiera le caía bien y, sin embargo, ésa era su reacción. Afortunadamente para ____, llegaron a una zona de obras y Harry tuvo que pisar el freno y concentrarse en la carretera. Después, salvo por sus indicaciones, permanecieron en silencio. —Es la última casa, al final de la calle. Unos minutos después, Harry detenía el Mercedes. —¿Vives sola? —preguntó, observando la casa de un solo piso, medio escondida entre los arbustos. Evidentemente, era demasiado grande para una persona sola. —Vivo sola, sí, pero está dividida en dos. La propietaria vive en un apartamento y yo en el otro. Afortunadamente, June no conducía, de modo que ____ podía usar el garaje para guardar el coche. ¿Por qué no había ido en su coche al hotel?, se preguntó. Así todo habría sido más fácil. De haber sabido que Phillip se iría tan pronto, habría ido en su Porsche... El Porsche que Harry pensaba que Phillip le había regalado. —Te acompaño. ____ no se molestó en decirle que no. Sabía que la seguiría de todas formas. La puerta de entrada de su casa estaba al otro lado del jardín, de modo que no podría quitárselo de encima. —Es por aquí —murmuró, atravesando a toda prisa el camino iluminado por pequeños faroles estratégicamente colocados entre las palmeras; el golpeteo de sus tacones compitiendo con un coro de ranas. Pero cuando llegaron a la puerta, ____ vio que estaba abierta... —¡Dios mío! —¿Qué ocurre? —La puerta está abierta...

—No te muevas de aquí —dijo Harry, soltando una palabrota al pisar un montón de cristales. Enseguida entró en la casa y encendió la luz del pasillo. ____ llegó a su lado y los dos se quedaron mirando... alguien había roto el panel de cristal de la puerta. —Ten cuidado —dijo él. —¿Crees que seguirán ahí dentro? —preguntó ____ en voz baja. —Si es así lo van a lamentar —contestó Harry, sacando el móvil del bolsillo. —¿Vas a llamar a la policía? —Por supuesto. ¿A quién voy a llamar, a Supermán? Ella tragó saliva, nerviosa. Un minuto después, Harry guardaba el móvil. —Por lo visto, hoy tienen mucho trabajo. Podrían tardar un rato en venir. —¿Y qué hacemos? —Pues imagino que tendré que hacer de héroe —suspiró él, entrando en la casa. —¿Dónde vas? —Tranquila—contestó Harry, tomando un cuchillo de la cocina. —No pensarás usar eso, ¿verdad? —Sólo como protección. Venga, pégate a mí. No tuvo que decírselo dos veces. ____ se pegó a él como si fuera un rollo de papel pintado mientras iban de habitación en habitación. En el salón, descubrieron que su ordenador portátil y el DVD habían desaparecido, junto con un reloj antiguo y algunas otras cosas. De su dormitorio no se habían llevado nada, afortunadamente. No quería ni imaginar a un extraño tocando sus cosas. Quizá sobando sus braguitas... ____ sintió un escalofrío. —¿Estás bien? —Sí, bueno... —contestó ella, temblando. —Tranquila, no hay nadie —dijo Harry, frotando su brazo para hacerla entrar en calor. ____ levantó la mirada y Harry clavó en ella sus ojos—. ____... Y ella, sin darse cuenta, entreabrió los labios. Iba a besarla y... y deseaba que lo hiciera. Justo en ese momento oyeron un crujido de cristales. —Policía. ¿Hay alguien ahí? —Ya era hora —suspiró Harry, después de aclararse la garganta—. Estábamos comprobando los daños.