El Omega del principe #psy2018

Cap.41: 4 años sin ti

-buenos días señorito Zafir

-buenos días ¿Han visto a Malik?

-esta con el Sultán arreglando unos asuntos de la boda del príncipe Selim, no creo que tarde mucho en solucionarlo

- ¿dónde está el pequeño Naum?

-con Kadar, anoche se empeñó en quedarse con él ya saben lo testarudo que es

-es todo un travieso

-si ven a Malik díganle que estaré con Khaled

-descuide lo haremos

-muchas gracias-dijo antes de retirarse

-ya el señorito Zafir no sonríe como antes, me acuerdo cuando llegó al palacio que siempre estaba sonriendo

-es normal, imagínate que a ti te roban un hijo y no sabes dónde está, a mí se me vendría el mundo encima

-pensé que con el nacimiento del pequeño Naum hace dos años se pondría feliz

-está feliz pero no por completo, aún le falta su primer hijo

-espero que los dioses lo están amparando y protegiendo

-si encontrará al desgraciado que se lo robo te aseguro que le saco el paradero de nuestro príncipe a golpes

-ni las hienas son tan despreciables como Nasim

Han pasado 4 tortuosos años desde aquella noche que Nasim se llevó al recién nacido Ashed y como habían dicho las sirvientas, Zafir cambió mucho ahora casi no sonreía y las pocas ocasiones era por su pequeño Naum que llego 2 años después de que su hermano mayor desapareció, el Omega se volvió con su hijo muy protector, nunca lo dejaba solo, siempre había una pareja de guardias a donde fuera el niño, incluso aún dormía en la misma habitación que sus padres hasta hace unos meses en los que Malik lo convención de que ya podía tener su propia habitación, así que mando acondicionar la habitación que justo estaba al lado de la suya para que su Omega estuviera tranquilo, pero no...Zafir vive con miedo de que alguien le quite a Naum y terror de no poder encontrar a Ashed.

Pero dejemos un poco el palacio y dirijamos nuestras miradas para un pueblo que no estaba muy alejado de la capital, cerca del río, donde Laila se había establecido luego de que Harun le diera su libertad, 4 años en los que Laila ciertamente cambió, incluso trabaja como costurera, a veces se reía ya que acabó siendo lo mismo que obligó a ser a su hermano, pero no crean que se quejaba Laila había aprendido a amar las pequeñas cosas que te puede dar la vida, a apreciar la vida humilde y honrada, por los dioses incluso encontré a su Alfa, Ahmed un pescador que aunque al principio fue dura su relación ahora vivían tranquilos y felices.

Esa mañana Laila salió de la casa para ir a llevar unos trajes a una clienta, paseando primero por el mercado del pueblo, había mucha gente pero lo más que le llamó la atención fue un niño que estaba pidiendo limosna, de unos 4 años y muy parecido a su hermano Zafir, Laila se acercó para verlo mejor y se llevó la sorpresa de que tenía los ojos rojos iguales que Malik.

-por favor señora una moneda

- ¿señora? Mocoso aún estoy joven solo tengo 24 años-dijo Laila estirándole un cachete

-no sea abusiva, ¿me vas a dejar una moneda?

-y que recibo yo a cambio

-una sonrisa de este niño lindo

-no me compensa mocoso, dime tu nombre

-no tengo

- ¿perdón?