Tierra y alguna china
Es todo cuanto deseo.
El aire también me lo como:
Rocas, carbones, hierro.Bailad, apetitos míos. Hambres, pasad
Atraed del alegre prado
Venenos de madreselvas
Y toda su sonoridad.Comed los cantos que se quiebran
En las viejas paredes de Dios.
guijarros de antiguas lluvias,
Panes que el valle sembró.El lobo escondido que aullaba
Escupió plumas hermosas
De su almuerzo de aves:
Como él, yo lo tragaba:La ensalada, la fruta
Aguardando la vendimia.
Pero la araña de la mata
Sólo comía malvas.Quiero dormir, quiero hervir
En los altares de Salomón.
El caldo fluye sobre la herrumbre
Y se mezcla con el Cedrón.