Flores

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Siempre era una flor diferente cada día, nunca se repetía la misma, desde un alegre girasol a una delicada rosa, Juvia se dedicaba a adornar ese pequeño florero que se encontraba la mesa del comedor.

Pero ahora ese pequeño jarrón, que guardaba bellas flores, está vacío como su corazón, él, es el causante de su situación, por querer tener un jardín marchito perdió su hermosa rosa. Ahora ahogado en su dolor como en el licor, recordaba a su amada que partió de esa puerta, dónde tiempo atrás él entraba y ella lo recibía con una sonrisa, y lo encaminaba al comedor para recibir su cena, dónde una nueva flor lo esperaba.

— Juvia espera que le guste a Gray-sama – dijo la chica mientras ponía su plato en frente de él.

Que lastima que solo era una laguna de sus recuerdos, dónde ella encabezaba ese maravilloso recuerdo que desea que suceda nuevamente, su maga de agua que habla en tercera persona, lo reciba con su sonrisa, mirada y su corazón; quiere tener nuevamente su amor que él se dedicó a secarlo como desierto.

Y es que se siente como el idiota más grande que a existido en la faz de la tierra por alejar a su querida mujer, que a amado con una gran fuerza como ningún otro en el mundo. Dejarse segar por los pecados, fue castigado una de las peores formas posibles.

— Juvia... – abrazo más fuerte la botella  anhelando que fuera la mencionada, mientras unas gotas de agua saladas rodaban su mejilla.

Pero tuvo que abandonar esa posición ya que en su puerta llamaban, Gray con toda la pereza posible se levantó abrir la puerta.

— No entiende que no quiero ver a nadi... – sus palabras se la llevó el viento al levantar su rostro y encontrarse con la causante de su agonía.

— Hola Gray... – dijo la mujer de nombre Juvia, que lo miraba con extrañeza.

El azabache solo podía mirarla como baboso, no tenía palabra alguna nunca creyó que la vería nuevamente después de irse y tomar una misión de 20 años, pero vaya sorpresa que se llevó al encontrarla frente a su puerta.

— Juvia... – susurro, estaba que ni se la creía, la tenía en frente de él, tan cerca que pensaba que era una mala jugada de su mente.

— ¿Juvia puede pasar? – él solo asintió, no tenía voz para hablar, ella entró solo ignorando su expresión.    — Juvia será breve... – el moreno solo serró la puerta y la encaró.

Era igual de hermosa como cuando se fue hace 5 años atrás, no puede negar que no se dió cuenta que no se refería a él, con el "sama" sino con su simple nombre, pero aunque le doliera eso era algo insignificante comparado al verla y tenerla nuevamente en su casa, tal vez por unos pardes segundos.

— ¿No quieres sentarte? – ofreció el hombre descuidado por falta de amor, a la chica ella solo negó y empezó con su razón de su "visita".

— Gray, Juvia sabe que esto se lo tenía que decir hace mucho, pero por lo que pasó entre Juvia y tú... – el mantenía ansioso y atento a lo que le diría la Loxar — Bueno el punto es que, Gray tiene un hijo...

El mencionado se quedó en shock, no sabía cómo tomar esa noticia, no sabía que sentimiento tenía que manifestar, felicidad, confusión o enojo. Era algo realmente complicado.

— Juvia sabe que está confundido pero...

— ¿Por qué no me dijiste nada? – tal vez estaba enojado, se perdió 5 años de vida de su pequeño o pequeña.

— Como dijo Juvia en el principio lo que pasó entre tú y ella... Sé que eso no justifica a Juvia, pero si ella no se hubiera enterado de la enfermedad no estaría aquí.

❄️¢ Rain shooting Tsundere ¢💧 (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora