Capítulo 13.-Novia gimnasta.

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Capítulo 13.- Novia gimnasta.

Debido a que el nerd no se casó con Jiro Kyoka como estaba previsto, alguien tuvo que ocupar su lugar en la apretada agenda del modelo de perfumes exóticos y ojos seductores. La descripción estaba de más, obviamente, pero para Katsuki, soportar la vergüenza de haber arruinado su oportunidad de besar a Deku era suficiente humillante como para temer ser ridículamente cursi y dejar salir todo lo que sentía.

Por supuesto, actuó como si nada al día siguiente y de no ser por los videos que le mostró Camie y el testimonio del afectado Izuku, habría negado que toda esa masacre no ocurrió. Pero aunque no perdonaría al bastardo mitad-mitad por haberle vencido en el duelo de bebidas, podía decir con orgullo que tenía una relación sumamente fraterna con su NO suegra.

Al final, el tiempo transcurrió entre semanas llenas de trabajo excesivo y visitas sorpresas a la cocina del Chef Hanta, pues no entendía por qué razón Kirishima se la vivía ahí con su fastidiosa prometida y a él no lo engañaban. Se suponía que tenía a Sero espiando a Kaminari y todo lo que hacía, pero sus reportes no mencionaban algo extraño. Confiaba en su cocinero plenamente, pero no estaba de más caer de sorpresa.

El resto de su tiempo se iba entre bodas ajenas, llevar a Deku a su taller de fotografía y buscarle nueva novia en la página de citas. Al principio creyó que se deprimiría por volverlo a intentar, pero extrañamente Deku se portó muy efusivo buscando perfiles en el sitio. Finalmente después de mucho buscar y descartar por su propio bien, el pariente verdoso de "Mérida" de Disney eligió a la otra chica que Katsuki había agregado al azar.

Tsuyu Asui, gimnasta profesional en búsqueda de llegar a las olimpiadas.

No era oficialmente una novia, pero las charlas a través del chat se convirtieron en mensajes y finalmente en llamadas que duraban horas. El nerd no hablaba mucho, se la pasaban riendo como idiota, quizá Tsuyu Asui era una persona hilarante, o tal vez el chico ya había perdido la razón por completo. Apostaba más a la segundo.

Sin embargo, cuando la conoció en persona, no comprendió para nada al cabeza de chayote sin espinas. La chica era seria, directa y para nada graciosa. ¿Por qué siempre que hablaban reía como un imbécil? No cabía duda de que la persona realmente destinada a casarse con él debía tener mucha paciencia y serios problemas mentales.

Actualmente nadie había mencionado planes de boda, pero conociendo a Deku, ya se había preparado mentalmente para cuando se lo pidiera. Precoz y anticipado no podría describirle, más bien lo suyo parecía un desesperado intento por cubrir una necesidad de afecto. Si te pasaras para este bando, yo con mucho gusto te complacería en todos los aspectos.

Azotó la frente en su escritorio para borrar esa clase de pensamientos que sólo le parecían deplorables. Sí, le tenía muchas ganas al nerd, no negaba que en ocasiones recordaba esas mágicas sesiones fotográficas donde Deku posaba para los perfumes caros o la ropa bonita. Incluso había negociado con Yaoyorozu Momo una copia de dichas sesiones, por supuesto todo en secreto para el modelo y Stars Blue, pues la chica podría perder su empleo y él la poca confianza que tenía del chico en cuestión.

Pero mirar fotografías no le hacía daño a nadie. ¿Verdad?

Volvió a azotarse esperando obtener un chipote que le acomodara el cerebro justo antes de sacar de su bolsillo su cartera, donde tenía una miniatura de fotografía de Deku. Le gustaba llevarla para controlar sus instintos de ira cuando el jovencito no estaba a su lado y menguaba sus ganas de matar a la gente a su alrededor. Ya fuese un cliente fastidioso, su mejor amigo comportándose como idiota o Camie siendo entrometida como siempre, para Katsuki no había mejor aliciente que contemplar a un sonriente Deku, pecoso y lindo, con el brillo en sus ojos y sus rizos cayendo al lado de su rostro.

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