Capítulo 7.- Estos celos me hacen daño.

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Capítulo 7.- Estos celos me hacen daño.

Hatsume Mei estaba muy emocionada por poder celebrar su boda en una de las estaciones de tren más bonitas del país. La estación de trenes de Kyoto era el sitio perfecto para una amante de la tecnología como ella, y afortunadamente Izuku poseía el dinero suficiente para pagar la renta del lugar y complacerla en su deseo enfermizo. La estación de trenes era un edificio de varios pisos con ventanales a un estilo futurista, las estructuras redondas y blancas, además de cromado de sus paredes, te hacía sentir en un viaje en el tiempo.

En esta ocasión Hatsume fue la primera en llegar al evento, haciendo que Katsuki se sintiera levemente aliviado y molesto en partes iguales. En primer lugar porque ahora sí parecía que el nerd verdoso se casaría, pero no le agradaba que fuese precisamente esa rarita quien se quedara con él.

Tenía que comenzar a vivir con ello, tarde o temprano Izuku Midoriya estaría con alguien más, independientemente de que fuese Hatsume o no, era un hecho que ese cabeza de pasto bañado de rocío jamás iba a ser para él. No se trataba de un pensamiento fatalista, era la pura y absoluta verdad.

Comenzó a hacer un ejercicio de respiración que según Camie estaba diseñado para calmar su estrés. Un día de estos moriría de un derrame cerebral, sus malditos dolores de cabeza no eran más que una prueba de eso, puto estrés aunado a su humor de mierda. Inhaló, exhaló y contempló en su tabla los pendientes por realizar.

Las flores de esta ocasión eran tulipanes de color rosa, los cuales significaban un amor lleno de cuidado y felicidad. No era como si les deseara ambas cosas a sus futuros esposos, pero era un profesional en su trabajo y él se esmeraba siempre en elegir las flores que mejor se adecuaran a la pareja.

Aún si en esta ocasión la pareja fuese un par de enfermos que no conoce el verdadero significado del compromiso.

Las mesas estaban cubiertas por un mantel de encaje con detalles en rosa y un centro de mesa con luces rosadas. En el centro del recinto, una pequeña tarima armada con maderas laminadas de cedro, en donde el juez por fin llevaría a cabo la ceremonia. En ocasiones como esa, se preguntaba si el juez con el que siempre se veía para las bodas del nerd estaba al tanto de su mala suerte en el amor.

Aizawa Shota era el juez más desinteresado que había conocido en su puñetera vida, desde las épocas de gloria de su madre, el hombre era uno de los jueces predilectos para celebrar las bodas de la gran Reina Mitsuki, por lo que ahora, era casi imposible que se negara a hacer los enlaces matrimoniales que Bakugou organizaba.

Sin embargo, hasta Aizawa Shota tenía su límite de paciencia al intentar casar al mismo tipo una y otra vez.

Negó con ganas contemplando como el juez picoteaba los bocadillos de su gran boda y sin poder hacer algo al respecto. Volvió a mirar su tabla de pendientes y con un nuevo tipo de suspiro marcó todo, dando por finalizada su parte de la organización. Ahora era el turno de Deku de aparecer para colocarse en el altar, la jodida novia ya estaba ahí junto a todos los invitados y eso era nuevo en muchos aspectos.

Hatsume lucía linda, no lo iba a negar, su vestido era de un color rosa pálido que combinaba perfectamente con su cabello, su estilizada y sumamente bien formada figura lucía el vestido a más no poder. No tenía dama de honor, ya que Itsuka Kendo era un tema tabú en el evento y nadie tenía deseo alguno de sacarlo a colación, por lo que todos estuvieron de acuerdo con que fuese una boda sin dama, pero no era como si la necesitara, ciertamente. Era una novia preciosa, lista para llevar a cabo su boda y sin intención alguna de dejar plantado al novio.

Quien ya llevaba varios minutos de retraso.

Comenzó a gruñir mientras chasqueaba la lengua y obtuvo del bolsillo de su saco, el teléfono celular. En otros momentos habría llamado a Camie para que ella se encargara de buscar al novio y madrearlo por su tardanza, pero ahora hablábamos de Deku, el diente de león verde que nunca llegaba tarde a ninguna de sus bodas.

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