Día 22

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Me levanto de mi cama por la noche, siento como si las sábanas estuvieran adheridas a mi cuerpo. No puedo ver muy bien, me siento algo liviano, hay algo raro aquí, pareciera como si algunos objetos hubieran cambiado de sitio sin haberme dado cuenta.

Logro ponerme en pie, camino mientras toco algunos muebles que se encuentran por mi recámara. Sigo caminando, estoy al lado de la puerta; toco la pared en busca del interruptor de luz, lo he localizado y lo activo, sin embargo, las luces no se encienden, parece que no funcionan por esta noche.

Puedo percibir la iluminación al otro lado de la puerta, la luz del pasillo de afuera debe estar prendido. Trato de localizar la manija, estoy un poco desorientado y adormecido, es muy extraño.

Acabo de encontrarla, me dispongo a abrir la puerta y... interesante, la luz es tan intensa que cubre todo el espacio, literalmente no puedo ver nada. Todo está cubierto de un profundo color blanco. Esto... no... trato de avanzar, pero... yo...

Ahí va, parece que tuve otro falso despertar. Se sentía tan real, creí que de verdad había dejado de soñar, pero no fue así. Da igual, será mejor que vuelva a dormir, no falta mucho para que amanezca y espero que esta vez mi cerebro no me juegue otra broma.

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