Siempre he hecho lo que mi madre ha querido. Por eso mismo rechacé el amor cuando se me presentó, en todas las ocasiones y de todas las maneras. Por eso volví a Adare hace 3 años después de haber podido vivir un sueño.
Me casé con Declan. Vestida de...
Han pasado otros 3 años. Melody cumplió ayer 6 años y los pequeños Allan y Elliot harán un añito en un par de meses. No podríamos ser más felices, nuestras vidas al fin se han asentado. Nos arriesgamos y logramos ganar. Ganamos la batalla y arrasamos en la guerra. Las risas fluyen ahí donde vamos, disfrutamos juntos como nunca, no podemos pensar en más que en el disfrute juntos. Me alegra mucho haberme arriesgado y, desde luego, Niall y yo somos un gran equipo a la hora de esforzarnos y luchar por un bien y por una ilusión común.
Ahora, somos nosotros cinco, junto a mi madre, los que viajamos hacia Adare. Debí venir antes, pero nunca me atreví y ahora me pregunto si he estado siendo injusta con Declan todos estos años.
La llegada al pueblo hace que se me acelere el pulso y ver a mi madre observar la que siempre fue la casa Fitzgerald con tantísimo nerviosismo hace que se me pongan los pelos de punta.
Aun así, lo más difícil viene en el momento en el que he de entrar en el pub sabiendo que lo primero que haré será encontrarme con Declan. Con él y con su nueva realidad.
Es Melody la que nada más verle, con su nueva barba y su irreconocible pelo corto, sale corriendo y le abraza fuerte. Él la coge en brazos, la alza, por un segundo estoy segura de que rememora y, por ello, en cierto momento, me mira fijamente y sonríe con nostalgia; mostrándome que mis deseos no se han cumplido y que, realmente, le dejé solo en una deriva de la que no ha logrado escapar jamás.
-¿Dos más?
-Gemelos-sonrío-Jamás lo habría esperado.
-Son preciosos, Neiva. Enhorabuena, Niall.
Asiente.
-¿Cómo estás?-me atrevo a preguntar.
-Como me dejaste-se encoge de hombros-Solo estamos casados en el pueblo, ¿recuerdas? Tú has podido prometerte,-dice señalando mi dedo-pero yo aquí no puedo hacer más que guardarte respeto. Puedo tontear, pero no puedo llegar a nada con nadie. Estoy condenado.
-Declan...-quedo rota, yo he provocado esto.
-Vente con nosotros-salta mi prometido-La primera vez me llevé a Neiva, a su madre y a nuestra hija. Creo que esta vez puedo añadir tranquilamente a su marido-bromea-Fuera de aquí serás un hombre libre, tu vida dejará de estar atada a la suya.
-No creo que esa sea la solución.
-Yo pensaba igual que tú y mi madre estaba igual.
-Deberías ir, papá-argumenta Melody-Papi es muy listo, seguro tiene razón.
-Aquí vivo muy bien.
-No te obligaremos. Al final en Adare pensarán que solo vengo a llevarme gente. Mañana nos iremos, estamos en la casa Fitzgerlad. Tú decides.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día siguiente, a esa misma hora, estábamos los 7 dirigiéndonos con muchos nervios y risas de vuelta a Mullingar. Deseosos de ver a los abuelos y de vivir, a su vez, nuevas aventuras.
La vida mejora para todos y ni siquiera nos damos cuenta. De repente, siento que una mayor mejoría es inexistente.
Me equivoqué en muchísimas decisiones, peor acerté en las que hacían falta. Y al final, sin darme cuenta, la leyenda fue escrita. Una leyenda de esas que hablan de un amor que semejaba imposible, pero que ganó contra todo pronóstico. Una leyenda de esas que muestra como el deber parece ser el único camino, pero que luego aclara que el deseo y el amor va sobre todo lo demás.
Y ahora que se lo cuento a Melody, me doy cuenta de que la princesa de las hadas hizo bien en quedarse con aquel humano que tanto luchó por ella aun sabiendo que sus dos mundos podían contradecirse. Y sé que un día se lo contaré a Allan y Elliot y ellos, entusiasmados, creerán que un día realmente ocurrió y yo, sin duda, podré asegurarles que así fue. Porque todas las leyendas tienen algo de real y esta es la más sincera que he oído nunca.
Una historia real llena de alegría que me ha conducido a una familia perfecta, a unos amigos increíbles y a unas risas incesantes.
_______________________________
Ceso aquí la historia, porque el tiempo que me mantuve sin escribir perdí la ilusión y la inspiración. Final brusco y mal narrado que dan un final que más o menos plasma lo que se viera al final. Solo espero que no sea tan horrible.
