Juguemos a ser amantes. [Larry S.]

Capítulo 7

Harry observó detenidamente a Isabel con unos ojos esmeralda que parecían quemar, casi derritiendose como cera caliente; en completo contraste con los ojos zafiro que lo miraban con dulzura.

–Sé que esto no te importa, pero, últimamente Louis y yo no estamos bien en nuestra relación, y que me invite a cenar después de mucho tiempo es... una esperanza muy grande para mí, sé que podemos arreglar nuestros problemas y... oh lo siento, esto no te interesa en nada. De verdad siento estar aquí molestando.– suspiró y miró al chico con una disculpa.

–No te preocupes.– contestó forzadamente.

No le pueden torturar mejor.

–No, en serio disculpa. Es que llegar a esta ciudad donde no conozco a nadie, no tengo con quien hablar y a la primera oportunidad suelto todo.–

–Ya dije que no importa. Entonces... una cena.–

Sí, tal vez le podría sacar provecho a su boca suelta.

–Si, sinceramente no me lo esperaba, esta mañana la pasamos peleando, pero debe de ser algo importante. Espero que nos reconciliemos.– le dio un sorbo a su café y luego le sonrió enormemente al chico.

–Mhm... de seguro van a ir a un excelente lugar.–

Claramente su intención no era platicar con ella sobre su posible reconciliación.

–Eso parece, El Dorchester.–

–Vaya...–

[...]

Movía su pie casi desesperadamente mientras esperaba sentado en esa enorme cama llena de peluches y colores rosas. Kimberly seguía en el baño. ¿Por qué demonios las mujeres tardan tanto? así deben de apestar para tardar horas bañándose.

Harry bufó y miró de nuevo su carísimo reloj... sólo a pasado un minuto desde la última vez que lo miró.

–¡Kimberly! no me importa a lo que huelas o si no te has depilado las piernas. Sal de una vez, demonios.– gritó para que lo escuchara a través de la puerta.

–No molestes. La paciencia es una virtud.– le gritó la chica de vuelta desde el baño.

–Olvidas que soy el hombre con menos virtudes en el mundo.–

–Medio hombre.– corrigió la chica.

Harry rodó los ojos. Kimberly es su mejor amiga, mejor dicho, única amiga; todas las demás personas que se juntan con él, no hacen más que aparentan ser igual... pobre gente sin cerebro. Pero ella no es así, sabe que Harry es gay y saltó de alegría cuando se enteró; otra amiga con la cual pintarse las uñas, aunque se llevó una gran decepción cuando Harry le dijo que jamás haría algo así.

Después de aproximadamente 10 minutos, Kimberly salió del baño con sólo una toalla tapando su cuerpo.

–¿Ya vas a empezar con tu exhibicionismo?– se quejó Harry tapándose los ojos.

–No seas marica.– dijo mientras buscaba algo que ponerse. –¿Que debería ponerme?–

–Lo más elegante que tengas. Ahora muévete.– ordenó como si le estuviera hablando a una niña de 10 años. Aunque ella lo parecía.

[...]

–¡Harry!– exclamó Kim mirando a su amigo. –¡Me trajiste a este lugar, increíble!–

–Si, si, ahora cállate porque sino no nos van a dejar entrar.–

–Pero si soy una persona muy alegre.–