Domingo y ahí estaba de nuevo: en la oficina de su padre. Esos días acostumbraba a salir con sus amigos, a tomar un café mientras miraban discretamente a las mujeres, porque después de todo, ellos son personas con clase y no albañiles vulgares. Claro que Harry prefería mirar a los hombres, que buscar a alguna chica para follar... aunque sus amigos no tenían que saberlo. Pero ahí estaba, un domingo en la empresa, esperando cualquier oportunidad o pretexto para ver a Louis, y su padre no se lo ponía fácil.
- Harry, ¿Me estás escuchando?- preguntó su papá.
No, no lo estaba escuchando.
- Sí, por supuesto. Continua.-
David -su padre- suspiró.
- No, no lo haces. Harold, es importante, algún día estarás en este mismo lugar y tienes que saber qué hacer. No me obligues a ponerte a estudiar.-
- ¿Qué? No. Es sólo que tengo un poco de sueño.-
Él realmente detestaba estudiar. Era un chico con suerte, tenía la vida arreglada.
- ¿Cómo no ibas a tener sueño?, llegaste a la casa a las 4 de la madrugada. Esas chicas tuyas van a matarte algún día.-
- Yo no las culpo. Tú y mi madre tienen la culpa por hacerme tan guapo.-
Esa era su típica frase para desviar el tema de las chicas. Aunque él de verdad creía eso, dicen que ser vanidoso es un pecado... pero de todas maneras él mismo piensa que no va a ir al cielo. Así que, qué más da.
- Ahí vas de nuevo, mejor ponme atención. Estas igual de distraído que Carl el día de hoy, no sé qué le pasa, parece muy nervioso. ¿Has hablado con él?-
- No, pero debe de tener una muy buena razón para estarlo.- no pudo evitar sonreír con malicia.
- ¿A qué te refie...?-
No pudo terminar porque se escuchó un toque en la puerta antes de que se abriera. Sólo una persona más, aparte de Harry, puede entrar sin ser anunciado.
- Louis.- dijo David levantándose de su asiento.
- David.-
Los dos sonrieron y se dieron un típico abrazo de hombres. Harry solamente se paró de su asiento.
- Ya se conocieron ayer, pero de todas maneras, te presento a mi hijo formalmente.-
Louis realmente sólo había visto a Harry una vez antes, cuando el menor tenía 5 años, en una reunión de su padre donde se reencontraba con sus viejos amigos, entre ellos el padre de David. Algunos llevaron a sus esposas e hijos, fue ahí donde Louis y David se conocieron y Harry estaba demasiado pequeño como para recordarlo. Después de eso sus encuentros fueron sin el niño, siendo la única vez que lo vio.
- No te preocupes papá, ayer yo mismo me presenté. Qué bueno verte de nuevo Louis.- y le tendió la mano, sin quitar esa sonrisa burlona de sus labios.
- Lo mismo digo Harry, has crecido demasiado. Aún recuerdo tus ojos llenos de miedo estando alrededor de tantas personas desconocidas.-
- ¿De qué hablas?- preguntó confundido.
- De la primera vez que te vio.- interrumpió su padre. – En la reunión de tu abuelo hace muchos años.-
- Oh si, eras una pequeña cosa asustada llena de rizos.- comentó Louis con diversión.
- Vaya, pues cuántos años tienes, ¿50?- preguntó el chico burlonamente.
Louis soltó una pequeña risa seca. No le gustaban las bromas sobre su edad y eso Harry lo sabía perfectamente, su papá lo comentaba cada que hablaba de él.
ESTÁS LEYENDO
Juguemos a ser amantes. [Larry S.]
FanfictionLouis Tomlinson parecía tener una vida planeada, hasta que el hijo de su mejor amigo decidió hacerle una propuesta difícil de rechazar, a pesar de no ser lo correcto, pero... ¿Qué hay de malo en jugar un poco?