Viví toda mi infancia aterrado por esas palabras... la maldición de ser hombre y no poder mostrar mis sentimientos. "Los hombres no lloran" he escuchado infinitamente a lo largo de mi vida. Y yo tan llorón que he sido siempre. Lloraba cuando me quedaba solo en casa, lloraba cuando mi madre no llegaba rápido a la escuela, lloraba con el mínimo dolor de estómago o cabeza, ni que decir de las inyecciones... lloraba si me regañaban, lloraba, lloraba. "¿Ah sí?, para que llores con provecho", el cinturón o una chancla me esperaban.
Jaja todas mis desgracias las recuerdo con una sonrisa, fui condicionado a no llorar. Hasta hace un año, nadie había tenido ese lujo, nadie fuera de las cuatro paredes de mi cuarto podía verme llorar, ¿funcionaba?, no lo creo. Aprendí a evadir ese sentimiento por lo menos en apariencia, "eres una piedra, no tienes sentimientos" llegué a escuchar a lo largo de mi vida. Junto con el llanto aprendí a reprimir otras emociones, evado cosas, y huyo de las situaciones que no me gustan. ¿Me creerían si les digo que ni siquiera me había dado cuenta?
Me considero y consideran un chico agradable, me es fácil el primer acercamiento con las personas, siempre tengo una anécdota loca que contar, mi humor puede incluso llegar a ser un poco ácido pero contagioso, hago reír, saco una sonrisa en las personas que están tristes, me rio de mis propias derrotas, simplemente soy feliz y hago felices a las personas a mi alrededor. Sin embargo, ¿qué hay de mis demás emociones?
¿Les cuento?, ¿puedo confiar en ustedes? Me cuesta demasiado abrirme pero en este preciso momento no me importa. Y es que hace unos meses apareció una persona que me impulsó a sacar todo aquello que prefería callar, en sus manos lloraba sin pensar, hoy esa persona ya no está más. Sé que en el fondo aún tengo novecientas noventa y nueve cosas que decirle, no sé si un día ella leerá esto pero mientras tanto simplemente quiero dejar fluir lo que tengo dentro.
- Bran Yuhc
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Porque los hombres no lloran
Short StoryEste soy yo. Sin filtros, dejándome fluir por mis pensamientos y sentimientos.