¿Cuántas aventuras hemos vivido juntos?, si entro a la aplicación que utilizábamos para registrar todo lo que hacíamos, hay al menos cien. Algunas son muy sencillas como jugar el juego de mesa que tenías y nunca habías jugado o explorar aquel museo al que yo nunca había ido; pero otras son grandes e inigualables como nuestra travesía por Guanajuato, cuando nos lanzamos de paracaídas, la escapatoria para pasar toda una noche juntos, nuestro baile a cincuenta metros de altura, la huida a una casa del árbol en un lugar remoto, el reto de nuestra última cita como novios, salir de un cuarto de acertijos en sesenta minutos. Ahhh, no puedo creer que tantas cosas hayan pasado en tan solo nueve meses. Juro que no habías vivido tanto ni siquiera en tu anterior relación (perdón, lo tenía que decir).
Hoy ya no somos novios, decidiste terminar la aventura, ¿o no?
Todos quienes leen esto saben ya que yo sí llegué a imaginar una vida a tu lado... saltando obstáculos, resolviendo rompecabezas, corriendo por un laberinto, reflexionando acostados en el pasto, explorando los mundos maravillosos de los libros, bailando bajo la luna, perdiéndonos en lugares desconocidos... Y es que para mí, la vida en sí misma es una aventura.
Pero decidiste terminar con eso, ¿o no?
Cuando pensé que ya todo había terminado, apareciste. Apareciste para compartirme el último logro que habías tenido, ese en el que de cierta manera yo te había acompañado, apareciste para que termináramos llorando y apareciste para plantear una nueva alternativa. En mi defensa, tú lo propusiste.
Hemos hecho un trato. Nadie lo sabe ni lo debe saber, nos veremos sólo los miércoles en lo que decidimos que hacer. En realidad, en lo que tú decides qué hacer, yo sólo quiero una cosa: volver contigo. Pero si decides lo contrario lo aceptaré y me marcharé.
Ahhh, compañera de aventuras. Hoy fue el primero de esos miércoles, y sí, ha sido un día digno de ser contado en la posteridad, ha sido una pequeña aventura más.
No sé cuántos miércoles compartiremos juntos, sé que tenia grandes conflictos con respecto a este día pero después de hoy me he decidido a simplemente disfrutarlos, agradezco que aunque fuera solo por unos segundos tomaras mi mano. No quiero presionarte, no quiero obligarte a nada. Sólo... fluyamos.
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Porque los hombres no lloran
Short StoryEste soy yo. Sin filtros, dejándome fluir por mis pensamientos y sentimientos.