Sehun se acercó nuevamente a Lisa, volviendo a posar sus labios en los de ella.
Las manos del chico comenzaron a recorrer el cuerpo de la chica. Pero para Lisa, no era completamente placentero. Ese chico no se parecía en nada a Jennie...
Ahí vas de nuevo. ¿No puedes olvidarte de ella por un instante?.
Lisa se sentía mal...No por las caricias del chico, sino porque su corazón no estaba allí.
Mientras tanto, una morena veía la pista de baile, sin ánimos. Pensaba en todo momento en la chica que le arrebataron...¿Le seguirá amando?. ¡Por supuesto que lo hace!. Sólo falta un empujón...
- JenJen.– Se acercó Jisoo con una sonrisa.
- ¿Qué pasa?.– Preguntó, sin mirarla. No estaba de humor.
- ¿No quieres conocer a alguien?.– Dijo, tratando de hacer que se despejara de todo. Ella sabía que no era la mejor opción, y de hecho, ella odiaba eso. Pero estaba desesperada.
- No.– Contestó en seco. Necesitaba a Lisa...Si tan sólo se hubiera dado cuenta mucho antes...La tendría en sus brazos. De repente, le pareció ver a unas chicas conocidas.– ¿Esas no son...– Recordó que eran las chicas que se habían llevado a Lisa. Si ellas estaban ahí, Lisa también podría estarlo.
No perdió ni un segundo más y corrió hacia a ellas. Jisoo le siguió cada paso, confundida por el cambio de humor de su amiga, y su actitud.
- ¡Jen!.– Gritó Jisoo, al verla enfrente de las chicas.
- Hola, ¿Está Lisa aquí?.– Dijo Jennie, lo más cortés que pudo. No necesitaba que se pusieran en su contra.
- Ella está ocupada.– Le contestó Mina. La muchacha se veía en mal estado, y le dió un poco de tristeza.
- ¿Dónde?. Necesito saber dónde está...Por favor.– Rogó, sorprendiendo a Jisoo. Jennie no era de las que rogaban, y eso le hizo entender lo mal que se encontraba.
- E-ella está arriba...– Dijo Rosé. Tiene la mala suerte de poseer una gran amabilidad, y un corazón blando. Mina la miró en reproche.
- Gracias.– Contestó mientras corría hacia las habitaciones.– ¿Qué podría estar haciendo Lisa aquí?.– Se preguntó, mientras revisaba cada una de las habitaciones.
Unos ruidos extraños, provinientes de la última habitación, llamaron su atención. Se acercó a esa puerta y puso su mano en la perilla, para girarla. Por alguna razón, tenía miedo. Su corazón se había alocado, y no encontraba la manera de regularizarlo.
Hizo el esfuerzo, y su valentía se fue por la borda al abrir aquella puerta.
Ahí estaba su Lisa...Con un chico. No podía creer lo que sus ojos le mostraban. Ellos no se habían percatado de su presencia, y decidió salir de ahí. Simplemente se ganó al lado de la puerta, fuera de la habitación. Podía escuchar todo...Esos gemidos de su amor, que antes era ella la única que los provocaba, ya no eran suyos.
¿Eso era lo que sintió Lisa al saber de sus infidelidades?. No podía creer lo cruel que había sido...Tampoco podía creer el por qué se ganó a escuchar todo eso...Sin hacer nada.
Se levantó, y limpió las rebeldes lágrimas que corrían por sus mejillas. Suspiró, y apretó sus puños.
Segundos después, se encontraba golpeando al chico, que seguía desnudo, con toda la rabia que tenía. Lisa sujetaba sus brazos, buscando que lo suelte.
- ¡Déjalo, Jennie!.– Gritaba desesperada. No esperó jamás que su ex-novia la viera en esa situación.
Al ver al chico que sólo intentaba zafarse sin golpearla, ya que era una mujer, dejó de golpearlo. Se rindió, y se dejó caer. No hizo nada más... Simplemente se quedó de rodillas, dejando que las lágrimas se apoderaran de su rostro. No hacía expresión alguna, ni siquiera un ruido. Estaba ahí, mientras el chico se vestía, al igual que Lisa.
No hizo ni el intento de ver cómo él se marchaba, no sin antes despedirse de Lisa, y ésta se disculpaba con él. Al escuchar la puerta cerrarse, miró hacia ella, encontrando a la chica que tanto amaba, mirándola.
Lisa se acercó, sin saber muy bien qué hacer. Intentó tocar su hombro, pero sólo consiguió ser apartada con delicadeza.
- N-no...Me toques.– Consiguió decir Jennie. Su voz sonaba como un hilo, casi inaudible.
- Jennie...– Dijo Lisa. Sentía lástima, por supuesto.
- No digas mi nombre...No merezco que de tus labios salga mi nombre. Lisa yo...Lamento todo lo que hice.– La miró. A Lisa se le partió el alma en dos al ver a la chica que ama...Tan vulnerable.– ¿Así se sintió?...¿Así de doloroso fue?...L-lo lamento...– Se levantó, y limpió sus lágrimas. Consiguió esbozar una sonrisa, con todas sus fuerzas, cosa que fue otro puñal al corazón de Lisa.– Te amo.– Dijo antes de besarla.
Lisa no sabía cómo reaccionar. Simplemente se quedó ahí, inmóvil. ¿Así de fácil podría perdonarla?. No...Sehun la estaba ayudando a olvidarla. ¿Por qué ahora llega ella y lo arruina todo?. Peor aún. ¿Por qué le está permitiendo seguir?.
La castaña se sentía en el cielo. Volver a probar los labios de su chica era un sueño...Un sueño que se estaba cumpliendo.
- Basta.– Dijo Lisa, separándose. No podía mirarla a la cara.– No puedo perdonarte tan fácilmente. Lo nuestro ya acabó, y no volverá a ser.
- ¿Estás segura?.– Preguntó Jennie, sin tragarse ni una palabra.
- Claro.– Respondió la rubia.
- Mírame a los ojos y dime que ya no me amas. Ahí, y sólo ahí, te dejaré en paz.– Dijo, conservando la esperanza.
Lisa hizo el intento de mirarla a los ojos, y decirle aquello. Ambas sabían que no era verdad. Lisa la amaba con todo su ser...¿Era suficiente?. Para Lisa no lo era. Ella no se podía permitir sufrir de nuevo. Ya no podría confiar en Jennie.
Entonces...¿Por qué aún no la miraba y le decía que ya no la amaba?. Su valentía se estaba esfumando, y eso no era algo que ella quería. Necesitaba sacar fuerzas de donde sea y decirlo. ¿Por qué le costaba tanto?. Fue entonces cuando recordó lo que había dicho Jennie ese día; "Le pido perdón, tenemos sexo, y todo será igual".
- Ya no te amo, Jennie.– Dijo, mirándola a los ojos.
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Rebelde.- Jenlisa
FanfictionLisa era una chica sumisa, que amaba a su novia...Tal vez demadiado. Un día descubrió que esa chica no era cómo ella pensaba, y con el dolor de su alma, acabó la relación. Ella cambió con el tiempo, pero aún no se recuperaba de ese dolor.