BAJO EL HECHIZO DEL DRAGÓN [BNIOR]

8

Jinyoung

Para la cena, estábamos todos sentados alrededor de una mesa que era tan grande que ni siquiera cabría en la casa de mi hermano. Y, sin embargo, terminé sentado al lado de la persona que quería evitar por el momento. 

Youngjae se sentó a mi derecha, William a mi izquierda, Jaebeom... justo enfrente de mí. 

Junto a Jaebeom estaba sentada su madre. Ella mantenía sus ojos en su plato la mayor parte -estábamos comiendo un estofado de carne- pero aun así me sentía permanentemente vigilado. ¿Y quién lo sabía? Tal vez mis dudas no eran completamente infundadas. 

Si su hijo tenía magia, también podría ella tenerla.

No sabes si Jaebeom tiene magia.

Pero tenía razones plausibles para creerlo, de todos modos. 

De vez en cuando, atrapaba mi mirada y yo me sentía calentar de una manera que no era precisamente natural. No podría ser. Nunca había experimentado algo parecido.

-¿Les ha gustado estar aquí? – Preguntó él.

Me preguntaba si tal vez había querido preguntarle a todo el mundo, pero estaba mirando directamente a mí y a un lado mío, William simplemente continuó comiendo.

-Es una casa muy bonita – dije.

Él se rió, mostrando sus dientes. No tenía dientes de vampiro, pero se acercaban.

-Espera hasta ver nuestra casa actual – dijo – En comparación con ésta, aquí parece una casa de muñecas.

- Supongo que depende de ti si voy a llegar allí.

Me levantó una ceja.

- Sólo en parte.

Rasqué el cuchillo sobre mi plato. La comida era buena, pero no tenía mucho apetito y con los ojos de Jaebeom en mí como ahora, era difícil enfocarse en comer, en cualquier caso.

-Tengo algunas preguntas – dije – En cuanto a este trabajo.

- ¿Oh?

Bajé mi cuchillo y tenedor y me enderecé en mi asiento, sintiendo todos los ojos en mí. No había querido tanta atención, pero la tenía ahora.

-La persona que elijas... ¿llegará a ser un padre para el niño?

La madre de Jaebeom habló.

-Creo que la oferta de trabajo original afirmó que se espera que ayuden a criar al niño. Creo que es beneficioso para un niño tener a ambos padres disponibles.

Jaebeom bufó, aunque no estaba seguro de con qué parte de la declaración de su madre estaba en desacuerdo, y no lo dijo. En lugar de eso, siguió mirándome.

- Eso no es lo que estabas preguntando, ¿verdad? – Sacudí la cabeza.

-No exactamente. Lo que quiero decir es... Entiendo que estaría allí, pero no quiero estar como...

- ¿Cómo un empleado? – preguntó Jaebeom.- ¿Cómo sabía lo que quería decir? ¿Tenía habilidades para leer la mente? 

Sus ojos se estrecharon mientras esperaba mi respuesta.

-Quiero ser un igual en esa relación. Quiero...

-Yo creo que ya es suficiente – dijo la madre de Jaebeom. Su mirada era aguda mientras se encontraba con la mía. Tenía la sensación de que estaba enfrentándome con algo más profundo del que no sabía nada –Nuestro cocinero trabajó duro para preparar una buena comida para nosotros. No lo estropeemos con una conversación de negocios. Tales cosas pueden esperar cuando hayamos terminado.