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Jinyoung

El doctor/dragón que Jaebeom me llevó a ver, Dr. Meloy, era un poco diferente de la médico humana con la que habíamos estado antes. Por un lado, él era un él, y fruncía el ceño mucho más. Me cansé de su expresión sombría en los primeros diez minutos, pero Jaebeom me había prometido que este hombre sabía lo que estaba haciendo, así que no dije nada. En su lugar, yo era un buen chico y dejé que me examinara.

Todo fue perdonado cuando me dejó escuchar los latidos de mis bebés. Sonaban muy fuertes por ser demasiado nuevos. Si no hubiera amado a estos dos ya, me habría enamorado instantáneamente en estos momentos. Jaebeom me sonrió. Parecía un poco divertido por la mirada en mi cara, inconscientemente, probablemente, él no se veía mucho mejor.

Parecía un orgulloso dragón papá y sólo deseaba haber traído una cámara para que pudiera tomar una foto de él de esa manera.

– Veo tu problema – dijo el doctor, dirigiéndose a Jaebeom en lugar de mí, como si yo fuera simplemente una máquina para hacer bebés.

Traté de lanzar una mirada a Jaebeom, pero toda su atención estaba en el doctor. Por supuesto, estaba preocupado.

– Tiene que comer más – dijo el galeno.

Puse los ojos en blanco. ¿Esa era su experta solución?

– Ya estoy comiendo tanto como puedo. ¿No tienes un mejor consejo? – Bueno, así que estaba de mal humor. Culpen a las hormonas.

– Es una situación inusual en la que estás y necesito un momento para pensar en esto. Si hubieras venido a mí hace un mes habría terminado este embarazo antes de que llegara hasta aquí.

Me levanté de la silla de examen.

– ¡Nadie tocará a mis bebés!

– Tiene razón – dijo Jaebeom, cruzando los brazos delante de su pecho – No les pasará nada a los bebés.

– ¿Así que mi misión es salvar a los bebés, incluso si mata al padre? – preguntó, con una expresión neutra en su rostro, como si esto fuera algo que se le pidiera que hiciera todos los días.

¿Honestamente? Quería irme porque este hombre era grosero, pero si podía asegurar la seguridad de mis hijos...

– Si es necesario, eso es exactamente lo que quiero que hagas.

– Eso no va a suceder – dijo Jaebeom rotundamente – Su misión es asegurarse de que los tres sobrevivan.

– Soy un doctor, no un hacedor de milagros – Sacudió la cabeza – De la manera en como lo veo, estarás bien hasta el mes tres, pero en el cuarto, no daré ninguna garantía.

– ¿Qué pasa si los niños nacen prematuramente? – Le pregunté.

– Los bebés de dragón maduran en el vientre mucho más rápido que los bebés humanos, pero necesitan el tiempo que toman. Si quieres dar a tus hijos su mejor oportunidad, no voy a sacarlos antes de dos semanas prematuramente, como máximo.

Dos semanas... Así que nacerían poco después del cuarto mes.

– Puedo hacerlo.

El médico asintió con la cabeza.

– Pareces, por lo menos, decidido. Valoro eso en un paciente. Vuelve la semana que viene. Todavía puedes cambiar de opinión acerca de cómo quieres proceder cuando llegues al cuarto mes.

– Volveré. Pero no voy a cambiar de opinión.

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BAJO EL HECHIZO DEL DRAGÓN [BNIOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora