Jaebeom
Como me había dicho Paul, encontré a mi madre en la sala de estar. Me saludó con una dulce sonrisa que yo sabía por experiencia era falsa y me pidió que tomara asiento y preguntó ¿si quería té?
– No, gracias – Me senté en uno de los sillones frente a ella.
– Tuviste mucha prisa en regresar de la clínica...
– La tenía.
Giró una taza de té en sus manos.
– No creas que nadie oyó el ruido de la habitación de Jinyoung, cariño.
– No lo pensé ni por un minuto – Había sido bastante ruidoso, pero disfruté cada sonido que pude sacar de él.
– ¿Así que admites libremente que has roto nuestro acuerdo de no dormir con los solicitantes? ¿Qué crees que los demás van a pensar de ti ahora que has dormido con uno de ellos?
– Nunca accedí a nada, madre. Solamente fui silenciosamente junto con tus planes por mis propias razones. Además, no me importa lo que piensen. He hecho mi elección.
– ¿Entonces es así? ¿Tus razones, como las llamas, no incluyen asegurar un heredero? ¿Estás bien con dejar que la fortuna de la familia vaya a tu hermano?
Mi madre no hablaba de mi hermano muy a menudo. A veces pensaba que le dolía oír su nombre, así que debió de estar muy disgustada por traerlo a colación ahora.
– Ten la seguridad de que no planeo hacer nada de eso.
– Y sin embargo, has elegido a Jinyoung.
– Lo hice.
– No te dará un hijo. Incluso las drogas no tendrán efecto con la suficiente rapidez.
– No necesito drogas. Él no necesita drogas. Sólo necesita que alguien no sea un idiota con él.
Mi madre levantó una ceja.
– ¿Y estás diciendo que ese alguien vas a ser tú?
Admito que tenía un punto. Hasta que conocí a Jinyoung, pensaba que todos los humanos eran iguales, y mi opinión de ellos había sido baja, pero podía cambiar mis puntos de vista. Además, había algo que Youngjae había mencionado... No lo creía, por supuesto, pero tenía curiosidad de escuchar lo que mamá tenía que decir sobre el tema.
– ¿Cómo te sientes acerca del concepto de compañeros predestinados?
Madre levantó una ceja hacia mí.
– ¿Compañeros predestinados? – preguntó en un tono que indicaba que estaba siendo un poco tonto.
Sacudí la cabeza.
– Olvídalo.
– ¿Estás tratando de decir que crees que este humano es tu pareja?
– No estoy tratando de decir tal cosa. Sólo me preguntaba si había alguna verdad en las historias.
– Por favor, Jaebeom, nuestros antepasados podrían haberlo creído, pero se ha convertido en una noción anticuada.
– En teoría, ¿podría el compañero de un dragón ser humano?
Ella pareció pensativa por un momento.
– Los omegas humanos llevan algo de sangre de dragón en ellos.
– Quizá se supone que todos estén con dragones, entonces.
Ella rió.
– Nunca pensé que vendrías a mí con ese tema.
– Yo tampoco – Pero las cosas habían cambiado un poco en los últimos días – En cualquier caso, he hecho mi elección. Puedes enviar a los otros a casa.
– ¿Estás seguro, cariño? Podríamos tener que traerlos de nuevo en unas pocas semanas cuando te des cuenta de que la pareja que elegiste no puede darte un hijo.
– Eso no va a suceder – Me mantuve firme.
– Muy bien, pero no digas que no te advertí.
Me levanté.
– Compensa a los demás adecuadamente – Sólo eran humanos, pero aun así eran buenas personas. Mamá asintió con la cabeza.
– Entonces supongo que también puedo hacer preparativos para regresar a nuestra isla.
– Sí – Ambos sonreímos ante la idea de ir a casa.
Este lugar no estaba mal, pero no era donde pertenecíamos. Aquí, no podríamos ser quienes realmente somos. No podía esperar a volver y mostrarle a Jinyoung cómo me veía cuando dejara esta concha humana atrás. Tenía la sensación de que sería el primer ser humano al que no podría asustar.
Cuando volví a la habitación de Jinyoung, me alegró ver que todavía estaba desnudo, como le había pedido. Podía seguir órdenes tan bien cuando quería. Me dirigió una sonrisa cautelosa mientras cerraba la puerta detrás de mí.
– ¿Cómo te fue?
– Le dije que he hecho mi elección... y eres tú.
Se ruborizó un poco, como si no lo hubiera sabido. Como si yo no le hubiera dejado mis marcas por todas partes.
– ¿Y ha aceptado eso? – preguntó.
– Debería. Ella sabe que no puede forzar mi mano, no importa cuánto le gustaría hacerlo – Me acerqué a la cama, me senté detrás de él y apoyé una de mis manos en su vientre donde esperaba que una nueva vida pudiera ya estar creciendo – Hay una cosa que no te he dicho todavía. Algo que te hubiera dicho a su debido tiempo si no nos hubiéramos precipitado en esto.
– ¿Qué es? – Él no parecía preocupado mientras se inclinaba hacia mí.
– Llevar un bebé dragón no es lo mismo que llevar a un bebé humano.
– ¿Cómo es diferente? ¿Nacerá viéndose como un dragón?
– No – me reí entre dientes – No, ese no es el problema. Pero el embarazo irá más rápido y requerirá más de tu energía. Es por eso que envié de regreso a William y el por qué creo que Zane es demasiado delgado para llevarlo. El pequeño lo comería vivo.
– ¿Qué quieres decir exactamente cuando dices más rápido?
– De cuatro a cinco meses.
– Maldita sea.
Me reí del sonido incrédulo que hizo.
– ¿Ahora ves por qué nuestros hijos toman mucho de los humanos?
– ¿Debería estar preocupado?
Le puse un pequeño beso en la nuca y lo oí suspirar suavemente.
– No. Nunca hubiera intentado que llevaras un niño si no pensara que pudieras hacerlo. Simplemente quiero que sepas lo que está a punto de sucederle a tu cuerpo. Es probable que comience a notarse alrededor de los dos meses de gestación – Y por alguna razón, no podía esperar a verlo así. Solamente la imagen mental hizo algo dentro de mí, la mayor parte dragón en mí quería gruñir posesivamente. Era una sensación ridícula que no podía ignorar, pero estaba allí de todos modos.
Puso su mano sobre la mía.
– Tendrás que comprarme ropa nueva.
– Lo que sea que necesites.
Él giró su cabeza para besarme. Esta vez casi gruñí. Algo en él me hizo perder el estricto control que usualmente tenía sobre mis instintos animales. Como si su alma estuviera gritando a la mía y despertara una parte de mí que había estado dormida después de que hubiera alejado a mi padre.
– ¿De verdad crees que esto va a funcionar? ¿Qué vamos a tener un hijo?
Moví mi mano de su vientre a su pene, envolviendo mis dedos alrededor de la base. Ya empezaba a endurecerse para mí y la idea de hundirme en su apretado calor me hizo reaccionar de nuevo.
– Siempre podríamos estar seguros – le sugerí.
– Supongo que deberíamos.
No intercambiamos más palabras después de eso.
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BAJO EL HECHIZO DEL DRAGÓN [BNIOR]
FanfictionCon un corazón roto y sin dinero, Jinyoung encuentra una propuesta de trabajo que puede cambiar su vida en muchos sentidos. ¿El problema? Es que no tenia que involucrar sus sentimientos en ello. [Adaptación- bnior ]