•One Shots || The Umbrella Academy ||•

Number Five

Dedicado a:
--NumberSeven

Espero que te guste...

Adv: Contiene Smut (o intento de ello)

◇Celos◆

Últimamente Annie pasaba mucho rato con Diego, quería aprender algunos mivimientos de lucha cuerpo a cuerpo y a él no le importaba enseñarla.

Cuando Diego y Annie tomaron un descanso, ella pudo divisar una sombra que los observaba desde la ventana.

"Seguramente será Sir Reginald" pensó extrañada por ver a su tutor observandolos, decidida a obviar el tema volvió a preparse para otra pelea cuerpo a cuerpo contra Diego.

Ella llevaba ventaja en la lucha gracias a su poder.

Tenía la habilidad de cambiar el peso de su cuerpo, haciéndolo muy liviano o muy pesado.

Con lo cual también poseía más fuerza.

Al momento en el que Annie iba a incrustarle su puño en el rostro de Diego, este, hizo que su pierna derecha se enroscara con la de la contraría, tirandolos así a los dos al suelo.

-¡Te he vencido, enana!- exclamó Diego exhausto mientras una pequeña sonrisilla se abría paso en su rostro.

-No es verdad- contrário Annie enfadada- ¡Te he dejado ganar!

-...- se extrañó al no recibir contestación por parte del chico, se levanto un poco para ver dónde estába.

-¿Diego? - Pregunto girando la cabeza de un lado a otro.

De la nada notó como algo la hacía cosquillas y no pudo evitar reírse como loca.

-¡D-Diego!- intentó no reírse pero no podía evitarlo, el jóven castaño quería su venganza - V-Vale ya ya... Que me muero - Habló jadeante.

-¿Quién ha ganado? - preguntó con una sonrisa lubona.

- Tú, tú eres el rey de reyes, Diego- hizó una exagerada reverencia.

Ambos volvieron a estallar en carcajadas, lo que no sabían es que cierto moreno les observaba con chispas en los ojos.

A la hora de cenar, todos se reunieron en el comedor y se sentaron en sus respectivos asientos.

-Cinco, cariño... ¿No tienes hambre?- preguntó Grace observando al jóven.

Lo único que atinó a responder es un "no tengo hambre" y se fué por la puerta.

Los niños se extrañaron ante el comportamiento de su hermano, pero ninguno dijo nada y se dispusieron a comer en silenció.

Annie era la única que estaba más preocupada, él nunca se iba sin motivo alguno... Y en caso de algo se lo hubiera comentado a ella.

Prefirió cenar para dejarle al chico un poco de tiempo.

A la medía hora de terminar la cena casí todos se dispusieron a llegar a sus habitaciones, en cambió Annie tenía que hablar con Cinco.

Al llegar a la puerta de su habitación llamó dos veces, recibiendo al silencio.

-Cinco... Se que estás ahí... Abre por favor- Rogó la jóven.

La puerta se abrió poco a poco revelando así al chico que se encontraba tumbado boca abajo en su cama.

-Oye - movió un poco al chico para comprobar si seguía vivo.