•One Shots || The Umbrella Academy ||•

Oscuridad

Ya volvías a sentir esa presión por todo tu cuerpo.

Todo había pasado demasiado ràpido, unos terroristas atacando todo lo que se encontraban a su paso.

Y un líder que estába dispuesto a exterminar a todos los miembros de la academia Umbrella.

♞Unos años antes ♘

Te encontrabas revisando unos documentos, aunque en realidad, estabas pensando. Te encontrabas terriblemente nerviosa; te dolía la tripa, tenías ganas de vomitar y tiritabas. Si. Podría tratarse de que estuvieras enferma, pero tu ya conocías los síntomas que tenías. Podria no ser nada, tal vez uno de tus hermanos se hubiera peleado, con tanta hormona revolucionada...

Bajaste las escaleras de la casa, cuando te ponías a leer, te sumergias por completo en la lectora.

Cogiste "Viaje al centro de la tierra", de Julio Verne. Lo habías leído algunas veces, pero siempre se pueden escapar cosas.

-¡Oh cariño! - dijó una voz la cuál reconociste al instante, era mamá, la cual se encontraba sentada en uno de los sillones, mientras cosía algo- ¿Cómo te encuentras? -

- Bien- mentiste - ¿y tu, mamá? -

-Bien... - Grace sospecho por lo dicho, habías dado una respuesta demasiado rápido, pero decidió obviarlo.

Te sentaste en otro sillón y te dispusiste a comenzar con la lectura.

A la medía hora escuchaste a Diego y a Luther peleando.

"Que raro"pensaste sarcástica.

Sir Reginald no se encontraba ahora mismo en casa y Pogo se había ido con él, por lo cuál, nadie podría detener esa pelea... Excepto tú.

Viste que tu madre hizó el ademán de levantarse, pero la frenaste en el acto.

-Voy yo, mamá - la sonreíste mientras ibas hacia una de las partes de la casa.

Allí se encontraban.

Ben y Klaus gritaban y apostaban por quién sería el ganador.

Allison tenía cara de "que se maten, pero que no armen tanto escándalo" .

Y Vanya estába sentada con los nervios a flor de piel.

Esto era lo que habías sentido antes.

Con las manos, hiciste que las sombras de Diego y Luther fueran creciendo, tanto hasta doblarles el tamaño. Murmuraste un par de palabras que iban para ellas, y estas, obedeciendo tus ordenes, cogieron a cada uno de los indivíduos mientras los prisionaban a cada uno en el extremo de cada pared.

En eso consistía tu poder. Podías controlar las sombras de los demás, aúnque tu también podías volverte una.

Lo de sentir las emociones no era nada del otro mundo, desde pequeña sentías si alguién cercano se encontraba bien o mal. Era como una brújula, solo que al lugar de enseñar el norte , te mostraba las emociones de los otros... Al punto de hacerlas tuyas.

-¿Sóis imbéciles?, olvidar la pregunta. Sois imbéciles. - gruñistes mientras intercambiabas tu mirada entre ambos sujetos.

-¡BÁJAME AHORA MISMO!- gritaron ambos sujetos.

-Lo que queráis - chasqueaste los dedos si darles tiempo a pensar que se encontraban en la segunda planta pegados.

Cuándo chocaron contra el suelo, sono un "PUM", cosa que te hizó reir.