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Claude no sabía qué hacer, volvió a ser el mismo general solitario de Notre Dame reconocido por el pueblo por su inteligencia y valentía.
Cada vez había más Gitanos en el pueblo.
Se preguntó como le estaría llendo a la joven Cossett.
Pasaron unos días, Claude recibió una carta, que provenía de Italia, como era de esperarse, se emocionó porque pensó que la carta era de Cossett.
Sin embargo, la carta venía de la monarquía de Italia, debía volver, ya que su gobernante quiso hacer un evento especial para todo el pueblo, el antiguo monarca le sedió el trono a su hijo menor.
Solicitaban su regreso para ser el acompañante de este nuevo rey.
Claude visitó a su madre para contarle lo que había sucedido.
-Hijo, te has enamorado... por eso te veo tan feliz?-preguntó
-Es malo hacerlo?- preguntó confundido
Su madre simplemente sonrío y Claude supo la respuesta.
-Solo alistate, hijo mío... Italia y esa joven te espera... hijo..
-Sí madre?
-Quiero verla..
-Si, madre!
Claude salió de su casa con el corazón lleno de esperanza, quería saber si sus sentimientos eran correspondidos.
Así que fue de camino a Italia por segunda vez.

Claude FrolloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora