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A los pocos días, Claude y Cossett volvieron juntos a Notre Dame, la ciudad donde había nacido Claude.
También se dio cuenta del cambio que había en París, esta ya no era la ciudad tranquila que conoció.
Estaba el ambiente lleno de tensión.
Cossett siempre se preocupaba y parecía que podía sentir lo que él sentía.
Este no pudo más con la duda de que algo pudo haber sucedido en París en su estancia en Italia.
Fue a la catedral y preguntó al sacerdote qué ocurría:
-Los gitanos quieren la guerra...
-Qué?!- preguntó Claude.- Pero por qué?!
-Creen que nuestra hospitalidad es por lastima...
-Gitanos, Claude?, quiénes son?-preguntó confundida Cossett.
-Son gente que llegó a nuestro pueblo y al parecer es parte ya de él. Son muy liberales, hacen fiestas descabelladas y bailan con música tentadora y sus mujeres llaman la atención de nuestros soldados. - repondió el sacerdote.
-Y qué hicieron los gobernantes con eso?- preguntó Cossett
-No hizo nada- respondió el sacerdote
-Eso estuvo mal- replicó Cossett.- Ellos debieron acercarse y preguntar cuál era su propósito aquí y definir si se podían quedar o no.
-Tiene razón...-dijo Claude
-De otra forma, era obvio que se rebelarían por no darles la atención adecuada, el gobierno no hizo nada y creyeron que ellos no le importaban- continuó ella.
Debían hablar con ellos, para intentar la paz con ellos, y no quieran hacerles daño.

Claude FrolloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora